Armando Pontier
Armando Pontier (segundo entre los sentados de izquierda a derecha) en la época de
su orquesta codirigida con Enrique Francini. Con ellos entre otros, Juan José Paz, Fernando Cabarcos, Fernando Tell, José Bragato, Aquiler Aguilar, Alberto De! Bagno,
Emilio González, Ángel Domínguez y los cantores Raúl Berón y Roberto Rufino (1940).
Armando Pontier
su tango Pichuco. El 1 de setiembre de 1945 debutó con su propia orquesta, compartiendo la conducción de la misma con Enrique Francini. Durante diez años la agrupación Francini-Pontier fue una verdadera forja de inquietudes tanguísticas definidamente orientadas en la línea renovadora de la música popular; arreglos y solistas de primer orden confirieron jerarquía a la extensa nómina de versiones grabadas para el sello Víctor en su totalidad y de las cuales cabe destacar a modo de muestra, las de los tangos Arrabal, Como tú, Pichuco, A los amigos, Lo que vendrá, la beba, Dicen que dicen, La culpa es mía, Delirio, Tigre viejo, Tan so/o por verte, Pa'que se acuerden de mi. A partir de 1955, disuelto el binomio con Francini, continuó su carrera como director independiente, conforme a una modalidad de corte más bailable con la cual viajó a Japón en 1967. Constituyó luego su sexteto, con las voces de Osear Ferrán y Carlos Casado, tocando en TV, Radio Municipal, Marabú y discos Music-Hall. En 1973, reconstituyendo su orquesta con
Francini, volvió a tocar en el Japón. Su obra se integra además con los tangos Claveles blancos, Cada día te extraño más, Qué falta que me haces, Canción para un breve final, Cuando talla un bandoneón, Corazón no le hagas caso, El milagro —entre los cantables— y Poema de arrabal —distinto y posterior al de Pollero—, El embajador, A mis amores, A la guardia vieja, A tus pies bailarín, Milongueando en el
40, entre los instrumentales, redondeando una obra de notable jerarquía. Con su habitual colaborador literario Federico Silva, compuso en 1969 los temas de Nuestro Buenos Aires, obra grabada por Aníbal Troilo y Roberto Goyeneche en disco Víctor.
Armando Pontier
Tributo de Armando Pontier a Aníbal Troilo es este formidable tango para orquesta, compuesto a la manera estructural antigua (dos partes y trio) pero con desarrollo temático de avanzada. Editada por Korn el 10 de octubre de 1946, y grabado por la orquesta Francini-Pontier con un arreglo que recoge y exalta los clásicos "yeites" troilianos