Homero Manzi
Homero Manzi en Mexico en 1946, con Cantinflas, Discepolo y Benard
Homero Manzi en Añatuya en la estancia de su padre acompañado por Charlo
Homero Manzi partiendo a Chile en la foto acompañado por Lipesker, Caló y Maffia
MANZI, Hornero. (Nombre de familia: Homero Nicolás Manzione Prestera).
Autor.
1. — De salida. Bastaría una obra de las
calidades de Sur, para pintarlo entero. En
esos treinta versos cantables caben su naturaleza de hombre de Buenos Aires; su
amor por la tierra; su convicción de que lo
tradicional es la fuente natural para la fisonomía de un pueblo; sus ideas de poeta;
su estilo y su técnica de creador de canciones populares y la pauta de su fundamental
gravitación en el proceso de jerarquización
literaria del tango. Pero esa página de 1948
corresponde al desenlace de su vida. Y con-
figura acaso nada más que una síntesis madura y esencial —irremediablemente definitiva, en los hechos— del pensamiento y
del talento amanecidos, consolidados y proyectados con seducción de maestría a través de un tirón que anuda con idéntica fuerza creadora su adolescencia y su muerte.
Esto es, el período de treinta años que
acotan su primera canción —en 1921— y
su último tango en 1951.
2.— Ubicación
generacional. Por la edad y por el advenimiento público de su producción pertenece
él a la generación de 1925. Precedido por
los hombres de la generación anterior (Pascual Contursi, Celedonio Flores, José González Castillo que han inventado el tango para
cantar), comparte la suya con el Francisco
García Jiménez de Bajo Belgrano, con el
Discepolín de Malevaje, con el Armando Tagini de Marioneta, con el Fernán Silva Valdés de Agua florida, con el Enrique Cadícamo de Santa Milonguita, con el Mario Gomila
de Bibelot, con el Alfredo Le Pera de Golondrinas, con el Antonio M. Podestá de Manon. Y vibra con ellos en una misma temperatura
de superación estética de algún modo enlazada al fervor del martinfierrismo y unida,
por cosas de la sensibilidad y ciertos puntos
de la doctrina al porteñismo populista de
Boedo.