sábado, 29 de mayo de 2010

Juan Carlos Cuacci

Juan Carlos CuacciJuan Carlos Cuacci

Guitarrista, pianista, compositor, arreglador, y director.
Desde 1972 es Director Musical de Susana Rinaldi, con quién ha recorrido los teatros más importantes del Mundo.
Como productor discográfico ha trabajado con Astor Piazzolla, Susana Rinaldi, Opus Cuatro, Inés Rinldi, Ana Lenna Brundín, Horacio Ferrer, Orquesta Filarmónica de Bogotá, Monika Nachbaur, etc...
Director de musicales como La Mujer del Año", Gotán, Alta Sociedad, Molly Brown, Sugar, La Cage aux Folles.
Ha dirigido, entre otras, las Orques de Venezuela, Buenos Aires, Camerata Bariloche, Televisa de Méjico, Estocolmo, Filarmónica de Mendoza, Mar del Plata, Sinfónica de Costa Rica, Sinfónica Sienäjoky, Sinfónica de Murcia, Teatro Argentino de Mar del Plata.
Como pedagogo, dicta clínicas a nivel internacional y es titular de la Escuela de Música Popular de Avellaneda, en la cátedra "Elementos Técnicos del Tango" Fuente Web de Juan Carlos Cuacci

jueves, 27 de mayo de 2010

Los Locos del Ritmo

Los Locos del RitmoLos Locos del Ritmo


Los locos del ritmo es un grupo mexicano de rock and roll, considerada por muchos como pionera por haber grabado música de rock and roll en México (entre 1958 y 1959), con un soporte a base de auténticos músicos juveniles[cita requerida]. Cabe también destacar que es uno de los pocos grupos musicales que supo mantenerse adaptado y a la vanguardia[cita requerida], a pesar de los nuevos ritmos y modas que proliferaron en la década de los sesenta.

Sus integrantes iniciales eran: Antonio de la Villa Verdez Sánchez (estudiante de Ciencias Químicas, voz), José (Pepe) Negrete (estudiante de la Facultad de Letras de la UNAM, pianista), Alberto Figueroa (requinto), José del Río (batería) y Álvaro González (guitarra).

Debido a su exitosa participación en un concurso organizado por Telesistema Mexicano en el año de 1958, resultaron premiados con un viaje a Estados Unidos, donde se presentaron en un programa televisivo conducido por Ted Mack llamado "Original Amateur Hour" en el que lograron un decoroso segundo lugar. A su regreso incursionaron en presentaciones en la radiodifusora "Radio 6.20", donde tenían dedicado un programa, que les prodigó notoriedad y fama relativas. Todo esto bajo el nombre de "Pepe y sus Locos del Ritmo". Al poco tiempo de su primera grabación discográfica salen de la agrupación Alberto Figueroa y Álvaro González (quienes posteriormente se integrarían a la agrupación denominada "Los Zipps", que tuvieron el éxito "Rock Triste"), también sale José del Río; en su lugar se incorporan al grupo Jesús González (estudiante de preparatoria, requinto) y Rafael Acosta (estudiante de la Escuela Nacional de Música, batería).

Según lo relata el mismo Rafael Acosta[cita requerida], fueron ellos los primeros en grabar un disco —ya bajo el nombre de Los Locos del Ritmo— para Discos Orfeón (en una sola noche de diciembre de 1958) después mucha insistencia, pero desafortunadamente el "master" permaneció enlatado más de un año, lo que retrasó su consolidación en los medios y favoreció a otras organizaciones como Los Rebeldes del Rock o Los Black Jeans (Los Camisas Negras), quienes vieron puestas sus grabaciones en el mercado antes que ellos.

El master incluía no sólo reversiones (covers) de versiones en inglés, sino que también presentaba al publico auténticas composiciones del mismo Rafael Acosta y Chucho González — principalmente—, lo que los convertía en pioneros del rock and roll mexicano.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Nelly Omar

Nelly OmarNelly Omar
Nelly Omar con su Hermana Nilda en 1935
Nelly Omar con su Hermana Nilda en 1935


Nelly Omar: Cancionista; Nombre verdadero: Nilda Elvira Vattuone (10 de septiembre de 1911)
Su dicción, su fraseo, su perfección técnica, su buen gusto, en resumen, su calidad interpretativa hacen de Nelly Omar una cantante ejemplar y paradigmática, que hoy con sus más de noventa años, nos sigue deleitando con su voz aún fresca.

Nació en la ciudad de Guaminí, al oeste de la provincia de Buenos Aires, zona agrícola y ganadera de grandes estancias. Justamente, en una de ellas "La atrevida", trabajaba su padre como capataz, Don Marcos Vattuone.

Heredó el oficio de cantante de su propio padre, que era guitarrero. Tuvo muchos hermanos, pero solo dos mujeres siguieron sus pasos: Elena, llamada Gory, que con el tiempo fue la mujer del poeta Julián Centeya y Nélida.

La propia Nelly me contó que su padre era conocido de Carlos Gardel y, que en varias oportunidades, cuando visitaba la ciudad de Buenos Aires, fueron juntos al Hipódromo.

Cuando en 1918 Gardel se apareció por el pueblo, junto a José Razzano, mi padre y otros vecinos se pusieron a vender entradas y organizaron la presentación del dúo. El teatro se llenó. Luego pasaron por mi casa. Con mis hermanos observábamos todo a través de una ventana. Mi padre, como buen italiano de entonces, no nos dejaba mezclarnos con los mayores. Me quedó grabada su imagen. Gardel gordo y peinado con raya al medio.»

El año 1924 encuentra a Nelly en Buenos Aires. Se presenta a realizar una prueba para completar elenco, ante el conjunto nativista "Cenizas del fogón", y es aceptada de inmediato. El conjunto actúa en Radio Rivadavia, y además de cantar, nuestra muchacha tiene breves participaciones como actriz.

En los años 1932 y 1933, en la misma emisora y en otras radios que ocupaban el mismo edificio (Radio Mayo y Splendid), se presenta junto a su hermana Nélida para cantar a dúo. "Hacíamos temas camperos, ritmos de la provincia de Buenos Aires: milongas, estilos, canciones. Los tangos los hacía yo sola."

Como hecho curioso podemos destacar que las muchachas cambiaron sus nombres, nuestra Nilda pasó a ser Nélida, más precisamente Nelly y Nélida, tomó el Nilda de su hermana.

Poco tiempo después se integró a otro conjunto de parecidas características: "Cuadros argentinos". Un radioteatro de Radio Stentor que, luego de finalizado, se presentaba en diversos escenarios de barrios y ciudades del interior.

"Este grupo tenía la dirección de los hermanos Julio y Alfredo Navarrine, y también de Antonio Molina, con quien me casé en 1935, y fue una desgracia. Estuve casada ocho años y debí separarme a los dos meses, pero el cariño por mi suegra, una segunda madre para mi, me lo impidió."

El entonces famoso actor teatral Enrique De Rosas opinó: "Es la voz diferente."

Sus actuaciones prosiguen y su popularidad se refleja en 1937, cuando un gran plebiscito radiotelefónico de la Revista Caras y Caretas la reconoce como la primera entre las cancionistas.

En 1938, con motivo de presentarse en un cine de la localidad de Valentín Alsina, el locutor tiene el pésimo gusto de apodarla "La Gardel con polleras", y a través del tiempo y hasta el presente, la falta de imaginación y la tilinguería de los presentadores, sigue repitiendo este poco feliz mote.

Es el momento de esplendor de nuestra artista, que se presenta en las principales radios, acompañada por las figuras del momento. Tales los casos de Libertad Lamarque y Agustín Magaldi, entre otros. Las ideas y los libretos de sus programas son hechos por Enrique Cadícamo y Homero Manzi, con quien inicia una relación amorosa que se mantiene por varios años.

Se dice que el tango "Ninguna" tiene su letra inspirada en ella, posiblemente Manzi le haya dedicado algún otro pero de ninguna manera "Malena" que lo escribió inspirado en Malena de Toledo, una cantante argentina que conoció en San Pablo, Brasil, cuando regresaba a Buenos Aires de un viaje a México.

No llegó a grabar en la medida de su éxito y de su calidad, algo habitual para las voces femeninas, no atractivas para las compañías grabadoras.

Llega al disco, en el sello Odeón, por mediación de Francisco Canaro en el año 1946. Deja registrados diez temas: el 28 de enero, "Adiós pampa mía" y "Canción desesperada"; el 8 de octubre: "El Morocho y el Oriental (Gardel-Razzano)" y "Rosas de otoño"; el 26 de marzo del año siguiente: "Sentimiento gaucho" y "Sus ojos se cerraron"; el 28 de mayo: "Déjame no quiero verte nunca más" y "La canción de Buenos Aires"; y finalmente, el 22 de octubre sus dos éxitos espectaculares: "Desde el alma" y "Nobleza de arrabal", este último con letra de Homero Manzi.

En el cine actuó en dos películas de segundo orden, la primera de 1940 "Canto de amor", dirigida por Julio Irigoyen, donde también actúa el cantor Carlos Viván. La otra película es "Melodías de América", estrenada en enero de 1942 y dirigida por Eduardo Morera, el responsable de los cortos de Gardel, allí canta "El aguacero" de Cátulo Castillo y José González Castillo.

En ese mismo año, la Sociedad de Autores y Compositores le rinde un homenaje en el local nocturno "Novelty", le entregan una medalla y la rebautizan "La voz dramática del tango".

Hablando de su carrera, Nelly nos confiesa que no le gusta pedir, "andar golpeando puertas. Me sentiría muy mal si supiera que estoy cantando de favor. Una sola vez en mi vida alguien intercedió para que se me permitiera actuar en Radio Splendid. Fue Evita, y no porque yo se lo pidiera. Ella no entendía como no me concedían un espacio. Le gustaba como cantaba y mucho más que cantara las cosas nuestras. Retribuí ese gesto grabando la milonga "La descamisada" y la marcha "Es el pueblo"."

Durante el tiempo restante del gobierno peronista, Nelly Omar actuó en las grandes fiestas populares que organizaba el gobierno. «Yo nunca fui política, participaba porque era peronista, de Perón y Evita.»

Cuando llegó el golpe de Estado denominado "Revolución Libertadora" que derrocó al General Perón en 1955, todos los artistas que apoyaron al gobierno destituído vieron anuladas sus posibilidades de trabajo, entre ellas Nelly Omar quien estuvo silenciada casi hasta nuestros días.

En esos difíciles tiempos rumbea hacia el Uruguay y luego para Venezuela. En 1966 se presenta fugazmente en televisión y recién a fines de los años '70 y principios de los '80 graba con los guitarristas Roberto Grela, José Canet y luego con la orquesta de Alberto Di Paulo.

En diciembre de 1997, con 86 años de edad y con una voz diáfana e increíblemente joven, con la dignidad de los grandes, graba un compacto incluyendo algunos estrenos donde se destacan "Comme il faut" de Arolas, con letra de Gabriel Clausi y otros dos, con letras de quien fuera su último compañero en la vida, Héctor Oviedo: "La piel de vivir" y "Por la luz que me alumbra", la acompañan las guitarras de Bartolomé Palermo y Paco Peñalba. 
Fallecio el 20 de diciembre de 2013.
Nestor Pinzon

martes, 25 de mayo de 2010

Maria Creuza

Maria CreuzaMaria Creuza


Maria Creuza (26/02/1944) Nacida en Bahía, se trasladó a Salvador con su familia. Fue cantante de conjuntos demúsica y ha trabajado en la radio durante la adolescencia, lo que le valió la reputación de su propio show en la televisión local, Con María Creuza. Ha participado en festivales en Salvador y Río, cantando canciones en conjunto con Antônio Carlos (con quien se casó) en Jocafi ganó el premio a la mejor intérprete en 1969. A principios de los años 70 se presentó con Toquinho y Vinicius de Moraes, en los conciertos que dio lugar a varios discos. Aspectos destacados de la discoteca La Fusa, Argentina, y el disco resultante, una de los cantantes brasileñas más populares en los países de América Latina. María fue una de las cantantes preferidas de Vinicius, un hecho que la ha ayudado mucho en su carrera. Sus grabaciones fueron vendidas en Brasil, Japón y varios países europeos, donde actuó con frecuencia en conciertos y festivales. Con más de 10 discos editados, continúa grabando discos y haciendo conciertos. Algunos de sus éxitos fueron "Fiesta en Santuario de Alaketu" (Antônio Carlos Pinto), "Qué locura" (Antônio Carlos / Jocafi) ", le dije adiós" (Roberto Carlos), "For You" (Chico Buarque / Tom Jobim), "Sé Que Te Amo" (Tom / Vinicius).

lunes, 24 de mayo de 2010

Juan Carlos Cobian en Nueva York

Juan Carlos Cobían en 1943Juan Carlos Cobían en 1943

Orquesta Juan Carlos Cobían en el Empire en 1943Orquesta Juan Carlos Cobían en el Empire en 1943

Juan Carlos Cobían(a la derecha) en 1953Juan Carlos Cobían(a la derecha) en 1953


Juan Carlos Cobian(31 de mayo de 1896-10 de diciembre de 1953)Pianista y compositor de memorables tangos, Juan Carlos Cobián vivó dos largas temporadas en New York, llevando una vida aventurera, romántica y funambulesca.
Pianista y Don Juan
En 1923, hostigado por las inflamadas cartas románticas que le enviaba desde New York una cupletista española, Juan Carlos Cobián tuvo que elegir: el tango o el amor. Habiéndose enamorado mientras ella actuaba en Buenos Aires, Cobián, emocional como era, resolvió el dilema rápidamente. Disolvió su imbatible sexteto con el que actuaba en el "Abdulla Club", un cabaret de moda ubicado en el subsuelo de la Galería Güemes de la calle Florida, y viajó al encuentro de su amor.
De carácter donjuanesco, fácil de palabra y maneras distinguidas, con su maestría pianística, su impecable smoking y su aire mundano, Cobiánfascinaba a mujeres otoñales y aristocráticas. Hermosas e inquietantes admiradoras era lo que le sobraba. No obstante, Concepción, la cupletista, quince años mayor que él, discreta bailarina, no muy atractiva y con una hija, inexplicablemente conmovió su bohemio corazón. Pero un día, viendo ella que su romance estaba plagado de celos y sin posibilidades de concretarse en algo más que una aventura, decidió imprevistamente viajar a New York. Quería tentar fortuna en los teatros de habla hispana de la gran ciudad del norte. Así, el viaje rompió el idilio. Aunque quizás no del todo, ya que al tiempo, pasionales cartas comenzaron a llegarle a Cobián pidiéndole que se reuniera con ella en New York.
Pensando en las posibilidades artísticas que se le podrían presentar en la tierra del dólar, o quizás buscando un desenlace definitivo al trunco romance, Cobián decidió viajar a su encuentro. Juntando el producto de viejas regalías acumuladas por grabaciones y actuaciones en el "Abdulla Club", y vendiendo su piano junto con los muebles de su departamento, compró un pasaje de ida y una fría mañana de julio de 1923 se embarcó rumbo a New York. Dieciocho días después, ansioso por el reencuentro, con su valija llena de sueños y tangos, desembarcó en la Ciudad de los Rascacielos para encontrase con la soledad. Nadie lo esperara en el puerto. Ni tan siquiera la cupletista.
Un compañero de viaje, al verlo desolado ante la imponente ciudad, le consiguió un hotel, sugestivamente llamado como el tango, "Hotel Victoria". Sin amigos, a los pocos días aceptó la invitación que éste le hizo para cenar en un restaurante hispano. Allí le presentó a Mabel Wayne, pianista y autora de los valses En una aldea de España y Ramona. Este ultimó, al tiempo sería difundido como tango con letra de Enrique Cadícamo, íntimo amigo de Cobián.
A pedido de la compositora, Cobián se despachó en el piano con El choclo, interpretación que llamó la atención del periodista y poeta mexicano Luis Sepúlveda, sentado a una mesa contigua. Ya sea por química o por afinidad lingüística, entre ambos nació una amistad que con el correr de los meses se transformaría en colaboración al ponerle Sepúlveda letra en inglés a algunos tangos de Cobián.
A las pocas semanas, la cupletista dio señales de vida. Total, para nada. Después del tierno reencuentro, entre explicaciones, recriminaciones y la creciente incompatibilidad, todo acentuado por la separación, el músico decidió olvidar a la causante de su viaje.
Ante la soledad, lleno de ideas y dispuesto a entrar en acción, Cobián formó un pequeño conjunto bautizado "Argentan-Band" con el que debutó en el bar del McAlpin Hotel, uno de los hoteles que ya en la década anterior había abierto sus salones al tango.
Así, Cobián pasó de ser el niño mimado de los ambientes nocturnos de Buenos Aires, a ser un desconocido tocando tangos para una concurrencia que, según le confesó a Cadícamo, no los entendía. No los entendían al extremo de que durante una de sus actuación se le acercó un parroquiano que, sabiendo que Cobián era argentino, le pidió tocara un tango justo en el momento en que estaba tocando uno.
En esa época los tangos popularizados en los EE.UU. fueron traídos por los norteamericanos que viajaban a París y, creyendo que eran franceses, los llevaron a New York.
Rudy Vallée y tangos en inglés
Cobián, usando el nombre de "Carlos Cobián" en lugar de su nombre completo, en setiembre de 1925 grabó en solos de piano dos temas suyos, Ironía y Letanía para el sello Cruz, que no tuvieron mucha difusión.
Frente a este panorama, recurrió a Sepúlveda, que dominaba el idioma, para que le escribiera una letra en inglés. Así nació The Thief (El ladrón).
Con esta letra en inglés, Cobián salió a la búsqueda de un crooner, así llamados los cantores melódicos cuya voz suave se acoplaba muy bien a las orquestas de baile. No pasó mucho tiempo cuando en medio de una de sus actuaciones, se acercó a saludarlo un joven rubio, elegante y de tímido aspecto, que en un precario español le dijo ser estudiante en la Universidad de Yale, tocar el saxofón y aficionado a cantar canciones en español. ¡Justo lo que Cobián necesitaba! A la semana, el joven estudiante se unió a la agrupación de Cobián tocando el saxo y cantando en inglés The Thief. Al tiempo, este joven rubio conquistaría el corazón de las jovencitas con su aterciopelada voz y el nombre de Rudy Vallée.
Este encuentro de Cobián con Rudy Vallée, según lo cuenta Cadícamo en su libro “Juan Carlos Cobián, ese desconocido” (1976), no figura en la autobiografía de Vallée, "Lets The Chips Fall" (1975). Tampoco figura en la biografía que escribió su esposa, Eleanor Vallée, "My Vagabond Lover" (1996), a pesar de que ella manifestó durante una entrevista realizada en Los Angeles por la revista “Tango Reporter” que recordaba el encuentro y la amistad entablada entre el compositor y el cantante. Ambos libros sólo coinciden con Cadícamo en que Vallée tocaba el saxo, estudió en la Universidad de Yale, y cantaba y hablaba español. Es más, Eleonor dice que a su esposo le gustaba tanto hablar español, que pensó en radicarse en la Argentina. Tan es así que en 1925 llenó una solicitud para trabajar como vendedor en una compañía norteamericana que estaba por abrir una planta manufacturadora en Buenos Aires. Para bien o para mal, no lo aceptaron.

Por otra parte, este encuentro tiene que haber sido un día en que el crooner se hallaba de paso, con su saxo bajo el brazo, por el bar de McAlpin, y al ver que un argentino tocaba tangos, se unió a él para darse el gusto de cantar en español. En ese tiempo Vallée tenía cierto nombre. Ya desde 1922 estaba trabajando en radio e integraba la orquesta de la Universidad de Yale, de donde se graduó en 1927. A partir de aquí, su nombre adquirió fama como actor y crooner.
No obstante, ya convertido en astro de la pantalla y cantante de gran fama, a fines de la década de 1930, Vallée grabaría Nostalgias. Editado por Chappell Music con letra en inglés de Jimmy Kennedy, llevaba el título de My Lost Love.
Una elegante dama norteamericana
Sea como haya sido el episodio con Rudy Vallée, lo concreto fue que Cobián estaba parcialmente desconectado con la realidad del país. Su trato frecuente con el ambiente hispano de la ciudad le hizo adelantar muy poco en su aprendizaje del inglés. Para colmo de males, unido a que en su pequeña orquesta, la mayoría de los músicos eran italianos, su costumbre de comer en un restaurante también italiano, hizo que a la larga aprendiese más el idioma de Toscanini que el de Gary Cooper.
Probablemente esta carencia idiomática llevó al fracaso su nueva aventura romántica con una elegante dama norteamericana, mayor que él, no mal parecida, divorciada varias veces y de muy buena posición. A esto se le sumo una nueva e inesperada aparición de la cupletista. Aunque desapareció tan rápido como apareció, permaneció el tiempo suficiente como para hacer arder Troya.
Frente al encuentro, la imposibilidad idiomática de recibir una coherente explicación sobre el asunto, y viendo a su vez que, pasado algún tiempo, su romance no se concretaba en matrimonio, la elegante dama cortó por lo sano. Le dio a Cobián las buenas noches desalojándolo de su departamento, al cual se había mudado tratando de ahorrar unos dólares.
En esta incertidumbre emocional y vislumbrando que sus tangos no traspasaban las puertas del bar del McAlpin donde los tocaba, decidió dedicarse definitivamente al jazz. Hábil pianista como era, no tardó mucho en dominar el dinámico swing y cambiar radicalmente la modalidad de su pequeña agrupación.
Así y todo, no pudo renovar su contrato con el McAlpin, por lo que tuvo que desintegrar su grupo por falta de trabajo.
Cobián y Valentino
La situación económica de Cobián, que sufría los mismo altibajos que sufre la bolsa de valores de los países en franco subdesarrollo, comenzó a declinar alarmantemente, hasta que en las escaleras de una estación del subterráneo neoyorquino, tropezó con Harry Kosarin. Viejo amigo de Cobián, Kosarin era un baterista judío- norteamericano que había vivido en Buenos Aires entre 1920 y 1922 y actuado al frente de su “Harry Kosarin Jazz Band”, en el "Armenonville". Radicado definitivamente en New York después de abandonar la Argentina, Kosarin le ofreció ser su representante. Estando al tanto de la idea de Rodolfo Valentino de montar en el Waldorf-Astoria Hotel el espectáculo de tango "The Wild Gaucho", colocó a Cobián como pianista del mismo durante ocho semanas.
A estar por la versión de Cadícamo, lo que lucía sensacional no duró mucho, ya que el espectáculo fue cancelado a las dos semanas.
Este episodio, contado así por Cadícamo, no coincide con lo que dicen las biografías de Valentino. Ninguna nombra "The Wild Gaucho", el Waldorf-Astoria Hotel o a Cobián tocando el piano durante la gira. A su vez, Cadícamo tampoco habla de Mineralava, la arcilla de belleza que promovía Valentino en su gira de tango, gira que se realizó en su totalidad.
Un gigoló de lujo
Otra figura femenina, llamada simplemente Berta en las confesiones que le hizo a Cadícamo, entró en la vida de Cobián. Era una mujer de holgada situación económica, que Cobián había conocido tiempo atrás, cuando ella era la amante de un truhán, y que ahora estaba libre.
Al avanzar el romance, y después de mudarse al fastuoso departamento de ella, al igual que le había ocurrido con amores anteriores, Cobián se sintió sofocado por las presiones románticas de su nueva amante. Además, estaba consciente, y muy disgustado, que hasta el último empleado del McAlpin sabía de su mudanza, y detestaba que por éste solo hecho lo calificaran de "gigoló de lujo". Por lo que quiso huir. Pero no pudo, al menos no pudo hacerlo a su manera. Berta, oliéndose la tostada, se le adelantó y, sorpresivamente, le dijo que se iba a París. ¿A hacer qué? No tenía al caso. Su viaje era una farsa para romper la relación.
En ese momento la cupletista, regresando de otra gira, apareció de nuevo. Queriendo retener a Cobián de alguna manera, le ofreció unirse a ella y su hija, convertida ya en una competente zapateadora de tap, para realizar una gira de 20 semanas como pianista del espectáculo internacional que ambas iban a montar. Sin nada mejor que hacer, Cobián aceptó, y a partir de octubre de 1925, se presentó con ellas en Philadelphia, Baltimore, Washington, Chicago, Cleveland e incluso en Canadá.
Terminada la gira y disgustado con la cupletista por una escena de celos ocasionada al ver ésta una foto de Berta, Cobián regresó a New York.
En septiembre de ese mismo año arribó, procedente de París, Francisco Canaro con su orquesta, contratado para actuar un par de meses en el "Club Mirador".
Si bien en esos años la Ley Seca estaba en pleno ejercicio, Cobián sabía como lidiar con ella. Perito en la vida nocturna y amante tanto de la buena bebida como de las mujeres peligrosas, conocía de memoria todos los lugares donde se podía beber buen whisky de contrabando. Canaro no pudo encontrar mejor cicerone sobre la vida nocturna neoyorquina que a Cobián.
Antes de los dos meses, Canaro, no resistiendo la sofocante ciudad, canceló su contrato y retornó a París.
Solo de nuevo, a Cobián le era cada vez más difícil ganarse el sustento. La aparición a fines de 1926 de su compatriota Pancho Rosquellas cambió, en parte, la situación. Rosquellas, violinista y autor de los tangos Cap Polonio y Una pena, hacía un tiempo que se había radicado en New York, ganándose la vida al frente de su agru pación animando bailes sociales y grabando todo tipo de música, principalmente tangos.
Sabiendo que Cobián andaba sin trabajo, Rosquellas le ofreció trabajo como pianista para actuar durante un par de semanas en el "Embassy Club".
Frustraciones, nostalgia y regreso a Buenos Aires
A fines del año siguiente, 1927, Cobián, desvinculado de Rosquellas, hizo unas presentaciones especiales en la National Broadcasting para América Latina. Interpretando brillantes, pero también desapercibidos tangos en su piano, la falta de repercusion de sus actuaciones, una vez más, lo desmoralizaron grandemente.
Ayudado por quien había sido su trompetista, se conectó con el director artístico de Columbia Records. Este, queriendo poner a la venta discos con música latinoamericana surtida, le pidió hacer una grabación de muestra. Cobián, que ya había grabado un tema de prueba el 9 de febrero de ese año, por razones inexplicables, lo volvió a complacer un año después grabando otro el 19 de enero de 1928.
Ya sea que ahora el ejecutivo quedó deslumbrado por el dinamismo y la facilidad rítmica de Cobián, o pensando que el mercado del disco estaba listo para absorber tango auténtico, la cuestión fue que contrató a Cobián para grabar más discos. Un par de semanas después, con el nombre de "Carlos Cobián y su Orquesta Argentina", Cobián grabó entre febrero y marzo 16 composiciones, mezclando tangos, fox-trots, charlestón, paso dobles y zambas argentinas. Entre estas grabaciones estaban: Che papusa oí, Mujer de fuego, Adiós muchachos, Pinta brava, Mi linda salteña, Manojo de claveles, y Francesada. Ningún tema de su autoría. Lamentablemente, estos discos pasaron desapercibidos por el público norteamericano. Sólo una parte de la colonia hispana supo apre ciarlos, pero no lo suficiente como para que el ejecutivo de Columbia intentara repetir el intento.
Con altos y bajos, tocando aquí y allá, dejando algunas grabaciones desperdigadas en distintos sellos, incomprendido en su talento musical, abrumado por amores contrariados, habiendo formado una orquesta para tocar fox-trots y pasodobles mechados con tangos, y dominando el italiano más que el inglés, cinco años después de su llegada Cobián sintió que la nostalgia de la patria lejana lo golpeaba. Por lo que en los primeros meses de 1928 regresó a su Buenos Aires querido, para años después ponerle música a los inmortales versos de su entrañable amigo Cadícamo "vuelvo vencido a la casita de los viejos", vívido reflejo de sus triste experiencia en el país del norte.
El retorno a New York
No conforme con su desilusionada permanencia de cinco años en New York, Cobián retornó en 1937 a la Ciudad de los Rascacielos, pero por motivos muy distintos. Si la primera vez fue motivada por la nostalgia de un amor lejano, la segunda fue para dar por terminado un tormentoso romance.
Enamorado impenitente, luego de arrastrar un romance por Buenos Aires con una aristócrata, Cobián se casó imprevistamente con ella en Montevideo. Incapacitado para llevar una vida matrimonial sólida, al tiempo se separó. La realidad fue que ella quiso librarse de él. Para llevar sus planes adelante, N.M.G. -solo conocida por sus iniciales- le hizo a Cobián un depósito de $50.000 dólares en el National City Bank de New York, con la condición de ser cobrados personalmente. Buena excusa para alejarlo de su casa, de la ciudad y del país.
Citado por su abogado para arreglar los papeles pertinentes, divorcio y depósito fueron aceptados por Cobián previo rechazo de ambos. Al fin de cuentas, si bien Cobián era un hombre mundano y mujeriego que andaba económicamente a los saltos, a veces tenía su dignidad y le molestaba que lo vieran como a un vividor. Firmada la conformidad del divorcio y dispuesto a cobrar el dinero, en su deseo de no viajar solo, invitó a su amigo Cadícamo para que lo acompañase. Poeta y letrista de sus mejores tangos, compinche de muchas correrías, bohemio, e insaciable viajero, Cadícamo, escaso de dinero en ese momento, solicitó un préstamo a SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música) sobre futuros derechos de autor de sus letras. Dinero en mano, fue de la partida con Cobián.
Así, una cálida tarde de fines de noviembre de 1937, ambos se embarcaron rumbo a New York. Cobián, amén de querer cobrar el dinero depositado a su nombre y gastarlo, en su fuero íntimo quería tentar fortuna por segunda vez para imponer el tango en el país del norte.
Cadícamo, que además de sus letras de tango había escrito y dirigido algunas películas en la Argentina y Brasil sin conseguir con ellas honrar a ambas cinematografías, secretamente deseaba lograr el elusivo éxito cinematográfico, explorando la huella abierta por Carlos Gardel con películas musicales con tangos en los EE.UU.. Para ello, llevaba en carpeta un proyecto que le había encomendado Agustín Magaldi. Rival de Gardel junto con Ignacio Corsini en el gusto popular, Magaldi era el único de los tres que nunca había filmado.
A la semana de estar alojados en el Taft Hotel, se instalaron en un departamento amueblado de la West 140th y 55th Street. Como a los Don Juanes las situaciones donjuanescas se les dan constantemente, Cobián inmediatamente trabó relaciones sentimentales con Madame Ruth, la dueña del edificio. Mujer ligeramente otoñal y atractiva, según Cadícamo, al tiempo resultó ser "una famosa aventurera de la vida galante."
Retirada la chequera que ponía el dinero depositado por N.M.G en sus manos, Cobián rentó un Steinway para adornar su departamento. Sentado al piano desgranando melodías, luciendo su impecable smoking y su pícara sonrisa de villano, Cobián tumbaba a cuanta mujer se le acercaba. Por lo que sus serenatas tangueras a Madame Ruth, derivaron, precipitadamente, en concubinato al despertar el nuevo año de 1938.
Esta relación sentimental incitó a ella a promover a Cobián entre el mundo nocturno neoyorquino. Dada sus conexiones "sociales", organizó reuniones en su departamento, a las que fueron invitados periodistas del medio musical. Como resultado, algunos periódicos anunciaron sólo el arribo de un músico que venía de la "Argentina (Brasil)", mostrando así ese sentido de la desubicación geográfica que hacen gala ciertos elementos de los medios de comunicación. Indudablemente, estos individuos ignoraban quién era Cobián y qué países componían el mapa de Sudamérica, pero no el buen whisky que Madame Ruth les servía. No obstante, las reuniones siguieron, hasta que un día uno de los invitados llevó a una joven rubia de bronceada y elegante belleza, recién arribada de California para tratar de abrirse paso como modelo, que fascinó a Cobián. Estrechar su mano y enamorarse de ella, fue todo uno, a pesar de Madame Ruth.
Para llevar adelante este romance a primera vista con Kay O’Neill -tal el nombre de la rubia-, Cobián la invitó una noche, junto con Cadícamo y una comitiva de nuevos amigos al "Morocco". La orquesta del lugar, com puesta por músicos portorriqueños y cubanos, sabiendo que estaban allí los autores de Nostalgias, lo interpretaron para ellos. Nostalgias se había difundido en los EE.UU. grabado por Xavier Cugat con letra en español, y por Rudy Vallée con letra en inglés. No obstante los aplausos, los dos o tres tangos que Cobián tocó a pedido de la concurrencia, le permitieron comprobar con tristeza que el tango había entrado en un tobogán de bajada despertando cada vez menos interés. La causa probable de esta pérdida de atracción podría atribuirse a la creciente difusión de la rumba y la invasión de música brasileña. Carmen Miranda, recién llegada a los EE.UU., estaba haciendo estragos en el gusto popular. Otra causa podría ser los intrincados pasos de tango que ejecutaban los bailarines profesionales para llamar la atención, desalentando con ellos al bailarín común, que se inclinó hacia otros ritmos más fáciles de seguir.
Carlos Viván golpea a la puerta
En el momento álgido de su relación con Kay y no sabiendo como librarse de Madame Ruth, la policía llegó en inesperada ayuda de Cobián al llevársela detenida por trata de blancas. Libre el camino, Cobián pudo entrar de lleno en su romance con la rubia Kay.
Pero no todo fueron rosas. Cobián ya llevaba dos accidentados romances, media chequera gastada y ningún trabajo a la vista, hasta que una tarde de enero de 1938 se produjo un encuentro casual con Carlos Viván.
Viván, después de haber cantado en las orquestas de Juan Maglio, Pedro Maffia y Roberto Firpo, había cambiado el tango por el jazz. Nacido en Buenos Aires de ascendencia irlandesa –su verdadero nombre era Michael Rice Treacy–, luego de una larga gira por las Américas se había radicado en New York, donde con su buena voz y sus conocimientos del inglés se ganaba la vida como crooner en el "Habana Madrid", un club nocturno que presentaba espectáculos bilingues en español e inglés.
Su encuentro con Cobián fue narrado por Cadícamo de diferentes maneras en dos de sus libros. Según afirma en "El desconocido Juan Carlos Cobián" (1976), Viván apareció un día golpeando sorpresivamente la puer ta del departamento de Cobián. Pero en su libro "Bajo el signo del tango" (1987), Cadícamo da como lugar del encuentro el Consulado Argentino en New York. Cobián, que habitualmente iba allí a buscar su correspondencia, se encontró de casualidad con Viván que había ido a retirar un telegrama en el que le avisaban que volviese a Buenos Aires, pues había sido contratado por Radio Belgrano. Como se ve, la memoria a veces falla cuando se quieren recolectar recuerdos y narrarlos en distantes etapas de la vida.
Sea como haya sido el encuentro, lo concreto fue que Viván conectó a Cobián con diferentes y posibles fuentes de trabajo. Desgraciadamente, ninguna cuajó. Por una circunstancia u otra a Cobián no le resultaron de su agrado.
De nuevo Rudy Vallée
En otra de sus aventuras nocturnas, Cobián, siempre arrastrando a Cadícamo, Kay y ocasionales amigos, concurrió a “La Conga”, un club nocturno de onda en la 52nd y 6th Avenue. Casualmente, allí se volvió a encontrar con Rudy Vallée ya convertido en estrella de cine de primera magnitud y cotizado cantante, quien, recordando el grato encuentro con Cobián ocurrido casi una década atrás en el bar del McAlpin, le ofrecio su ayuda. Si pensaba viajar a Hollywood, le dijo que lo fuera a ver. En un par de semanas comenzaría a filmar la película "Gold Diggers In Paris” (1938) dirigida por Busby Berkeley, uno de los directores de musicales más talentosos, y podría colocarlo como pianista en una de las secuencias.
Cobián, según Cadícamo, tenía un orgullo tan desmedido que le hacía perder grandes oportunidades. Esta fue una de las tantas, y quizás la mejor. Llamar a Vallée significaba pedirle un favor, y a Cobián no le gustaba pedirle favores a nadie. Así, su gran oportunidad de hacer algo por el tango en los EE.UU. se escurrió entre sus manos, quizás sin él darse cuenta. Era el momento oportuno para hacerla en Hollywood. Ya estaban allí Xavier Cugat con sus maracas, sus rumbas y sus chihuahuas; José Iturbe con su mal inglés, sus bien cortados trajes y su melange de música seudo clásica, y Carmen Cavallaro con su lustroso peinado, sus pianos blancos y sus almibaradas melodías. ¿Por qué no también Cobián? Con su asombroso estilo pianístico, su pausada elegancia y su sonrisa de villano bonachón, Cobián hubiera barrido con todos. Esta, su magnífica, brillante y única oportunidad de introducir el tango –un tango auténtico– en Hollywood –y Hollywood significa el mundo– no volvería a dársele jamás. Ni a él, ni a ningún otro músico en la órbita del tango.
Max Kosarin, última chance de Cobián
Tres meses después de su llegada a New York, Cobián, no habiendo aprendido con sus borrascosos matrimonios de apuro como manejar una situación sentimental, sorpresivamente decidió reincidir casándose con Kay O'Neill el 1º de febrero de 1938. Matrimonio de doble filo, ya que Cobián, si bien le manifestó a Cadícamo estar profundamente enamorado. También sabía que al casarse con una norteamericana solucionaba sus problemas migratorios para poder trabajar libremente en los EE.UU.
A todo esto, Max Kosarin, el hijo de Harry Kosarin, el músico que lo había conectado años atrás con Valentino, tomó contacto con él. La relación, esta vez le vino bien a Cadícamo. Siendo Max un abogado relacionado con Hollywood, Cadícamo le manifestó su deseo de filmar en los EE.UU. películas de tango en español. Echando mano a sus conexiones, Max le presentó un productor, a quien Cadícamo interesó para su proyecto de filmar con Agustín Magaldi. El productor, después de estudiar la propuesta, la descartó argumentando que si las películas de Gardel no habían dado dinero en los EE.UU., a pesar de tener mucho más nombre que Magaldi, menos darían las de éste. La tajante respuesta dio por terminada la aventura cinematográfica de Cadícamo en el país del norte.
Max Kosarin, como antes lo había hecho su padre, trató de ayudar a Cobián conectándolo con varios clubes nocturnos, entre ellos el del Saint Regis Hotel y el "Chateau Madrid". Pero Cobián volvió a rechazar una oferta tras otra exponiendo banales excusas.
Viendo perdidas sus chances de colocar a Cobián, Kosarin desapareció. Para complicar la situación reinante, Madame Ruth fue puesta en libertad y regresó para exigirle a Cobián el pago de las rentas atrasadas. Desde el momento en que ella fue encarcelada, Cobián había dejado de pagarlas. Además, Madame Ruth, al descubrir que el romance con Kay había derivado en matrimonio, en un violento ataque de celos le pidió el desalojo. Por lo que Cobián, Kay y Cadícamo, que siempre vivió con ellos, hicieron las valijas y abandonaron el departamento. Sin dinero y sin trabajo, Cobián con Kay se mudaron al Lexington Hotel, no tan lujoso como el departamento de Madame Ruth pero curiosamente frente a éste. Cadícamo optó por abrirse y se mudó al hotel donde vivía Carlos Viván, ya a punto de dejar la habitación para viajar a Buenos Aires a cumplir con su contrato radial.
Ante esta incierta situación laboral y económica, agravada por la amenaza de guerra en Europa, que con toda seguridad repercutiría en los EE.UU., Cadícamo decidió abandonar el país y se embarcó con Viván rumbo a Buenos Aires llevando en su equipaje el deseo trunco de filmar una película con Magaldi.
Kay, que creyó que Cobián era un rico estanciero argentino que vivía de renta, ya que iba todas las semanas al banco a retirar dinero, al ver que se había equivocado puso la situación al borde de la ruptura matrimonial.
Incertidumbre
Ya sin Cadícamo, su biógrafo y mejor amigo, la historia de Cobián en los EE.UU. quedó oscura, inconclusa. Nadie supo con certeza qué pasó con él. Parecería que Cobián, avergonzado de su conducta, quiso guardar silencio sobre sus actividades. Supuestamente se divorció de Kay y al entrar los EE.UU. en guerra se fue a México, desde donde, en 1942 le escribió a Cadícamo una escueta carta en la que le contaba que había viajado junto con la pareja de bailarines Rosita y Ramón, y le insinuaba que necesitaba dinero urgente, el suficiente como para comprar un pasaje de regreso a Buenos Aires.
Cobián, que después de retornar a la Argentina nunca narró lo ocurrido en este lapso de soledad mexicana, falleció en Buenos Aires el 10 de diciembre de 1953 a los 56 años de edad.
Un interrogante
Reconocido como unos de los más grandes pianistas y compositores del tango, Cobián es autor de clásicos tan fundamentales como Nostalgias, Los mareados, Niebla del Riachuelo, La casita de mis viejos, y A pan y agua, todos con letra de su íntimo amigo Enrique Cadícamo. ¿Por qué entonces un músico de este calibre, pasó desapercibido en los EE.UU.? Su maestría pianística le permitía competir fácilmente con el surgente Eddy Duchin, que se ganaba la vida tocando el piano en los bares de los hoteles. Como compositor, su calidad melódica lo ponía a la par del incipiente Jimmy Van Heusen, luego autor de notables melodías de la música popular norteamericana. Para remate, su obra final, que quedaría incluida entre las obras maestras de la música popular argentina, como la de sus contemporáneos Cole Porter o Jerome Kern en la música popular norteamericana, es tan convincente, inspirada y atrapante como la de ellos.
Indudablemente y no obstante poseer un enorme talento, su desenfrenada vida bohemia, sus borrascosas aventuras sentimentales, la despreocupación por ganar y gastar dinero, su limitada fluencia idiomática, su falta de visión para sacar ventaja de las oportunidades y el orgullo al rechazar ofertas únicas quebraron sus posibilidades de triunfar en los EE.UU.. Como consecuencia, destruyó sus posibilidades de divulgar un auténtico tango no sólo en ese país, sino en el mundo entero por medio del cine de Hollywood.
Epílogo
El 31 de enero de 1954, casi un mes y medio después de la muerte de Cobián, Enrique Cadícamo recibió una llamada telefónica de Kay O'Neill desde New York para decirle que se había enterado del fallecimiento por una breve nota necrológica aparecida en un periódico local. A los pocos días, recibió una carta de ella manifestándole que quería saber cómo hacer para cobrar la herencia que le correspondía como esposa de Cobián. Fuente Tango reporte por Carlos G. Gropppa

domingo, 23 de mayo de 2010

Raul Barboza et Richard Galliano - Villa nueva-1992



Genero: Chamame, Musica Argentina, Instrumental
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Personal:
Raul Barboza: acordeon y direccion
Richard Galliano: acordeon
Rudy Flores: guitarra
Lincoln Almana: arpa
Jean Louis Carlotti: contrabajo
Minino Garay: percusion


Biografia de Raul Barboza
Biografia de Richard Galiano
Tracks
01-Villa Nueva
02-Iwa Kariis
03-Llegando Al Trotecito (chamame)
04-Yapeyu
05-Imagen Y Sonido
06-En Plaza Del Pueblo (chamame)
07-Nembo'e Guarani
08-Nostalgia Del Negro Juan
09-Ava Jeroky (auto dénomination de l'homme guarani (danse) - chamame
10-Valse à Margaux (variations)
11-Bailanta En La Frontera
12-Kilometro 11 (chamame)
13-Y rembe'Ype (chamame)
14-La Torcaza (la tourterelle) chamame
15-Tren Expresso
Bajar

Raul Barboza

Raul BarbozaRaul Barboza

Raul Barboza
Raul Barboza

1938 En Junio de este año nace en Buenos Aires, hijo de padres guaraníes.
1945 Su padre, Adolfo Barboza, le regala su primer acordeón con el que aprende el arte de la técnica del "chamamé".
1947 Con tan sólo 9 años, por su destreza, sus allegados comienzan a llamarlo "Raulito el mago" y es en esta época que comienza junto con su padre a participar en emisiones radiales, tocando música para adultos.
1950 Primer disco con el grupo "Irupé".
1953 Forma su primer grupo que dura diez años, con el cual viaja y difunde el chamamé por toda la Argentina.
1961 Hace su primera gira por el sur de Brasil.
1962 Participa como instrumentista en la música de Ariel Ramírez, para el film "Los inundados" de Fernando Birry. Participa también de la "Misa Criolla".
1964 Primer disco para el sello Columbia.
Con motivo del 150 aniversario de la independencia argentina, participa junto a Jaime Torres, Ariel Ramírez, Ramón Navarro en el teatro Odeón de Buenos Aires, del espectáculo "Folklore 150", que se convierte en un clásico de los '70.
1968 Sus apariciones por el sur de Brasil se vuelven más regulares y llega a Porto Alegre, donde logra ser el máximo referente del chamamé.
1971 Gira por la U.R.S.S.
1973 Participa junto a Atahualpa Yupanqui, Eduardo Falú y Los Chalchaleros del film "El canto y su paisaje", producido por Fernando Ayala y Héctor Olivera.
Durante la década del '70, Raúl Barboza registra más de 20 discos y participa en otros de renombrados artistas como Mercedes Sosa y Jairo. Es en estos años cuando se consagra definitivamente en la memoria de la gente.
1981 Gira por Japon.
1985 Recibe el premio "Konex" designándolo como una de las cinco mejores figuras en la historia de la música popular argentina como instrumentista de folklore.
1987 El cantante lírico español José Carreras graba la "misa criolla" y Raúl Barboza lo acompaña en el chamamé "La anunciación". Ese disco será presentado en el Vaticano.
Con gran éxito regresa a Japón.
Ese mismo año junto a su esposa Olga, deciden instalarse en Francia y con una recomendación de Astor Piazzolla, los productores del mítico "Trottoirs de Buenos Aires" lo contratan para tocar chamamé y por primera vez se difunde esa música en París.
Conoce a otros grandes del acordeón como Marcel Azzola y Denis Tuveri.
1988 Participa junto a Paco de Lucía, Dave Brubeck, B.B. King del festival "Alte Oper Frankfurt".
1990 Registra para el primer volumen de la antología "París mussette" una versión de "La Foule" ("Que nadie sepa mi sufrir"). Dicho disco gana el "Grand Prix du Disque ce l'Accadèmie Charles Cros".
1991 Participa con el ensamble "París Mussette" de una gira por toda Francia.
1992 Participa del Festival Internacional de Jazz de Montreal.
1993 Edita el primer disco en Francia con su nombre y gana nuevamente el "Grand Prix Charles Cros".
El mismo disco es galardonado por "4 ciefs événement Télérama", "Diapason d'or" y "Choc Le Monde de la Musique", convirtiéndose en el tercer artista argentino, después de Yupanqui y Piazzolla, en recibir estas distinciones.
1994 Registra en Japón, a través de EMI Japón, un disco del cancionero de Izumi Yikimara "Recital 1994" , con Daniel Colin.
Participa del festival "L'Automne Jazz à Montrèal".
1995 Sadaic le otorga el premio "Francisco Canaro" por la difusión de la música argentina en el exterior. En el mismo tiempo y por la misma razón, la Honorable Cámara de Diputados de la Nación le entrega un diploma de honor.
Edición de su segundo disco francés "La tierra sin mal", que recibe el premio "Diapasson d'or".
Participa del Festival de Montreaux en Suiza.
1996 Es invitado por el festival de MOERS (Alemania) para rendir un homenaje a Ja Privat.
Participa del disco de Cesaria Evora "Cesaria".
1997 Gira con su cuarteto por Canadá.
1998 Regresa a Francia y decide reunir en Posadas a artistas de renombre para un concierto a beneficio de la comunidad guaraní.
El joven realizador Bruno Bontzolakis, extrae del disco "La tierra sin mal", la canción "La voz del viento" para su película "Chacun pour sai", que es presentada en el festival de Cannes.
Es el artista de honor, invitado en el aniversario de "Carrefour Mondial de l'Accordéon" de Montmagny.
1999 Regreso a la Argentina (Enero, Febrero y Marzo): Luego de doce años de ausencia del país, Barboza presentó su disco "La tierra sin mal" el viernes 5 de Febrero en La Trastienda; actuación que debió repetir el 13 del mismo mes.
En su gira por el litoral argentino fue homenajeado con la máxima distinción en el Festival Nacional del Chamamé, (Federal-Entre Ríos) y distinguido como "Visitante Ilustre" en la mayoría de las comunas donde actuó. Los diarios de la región destacaron en sus portadas las actuaciones en las ciudades de Resistencia, Paraná y Corrientes, mientras los diarios de Buenos Aires, por citar algunos, titularon: "Ultimo chamamé en París" (Clarín); "El mundo dentro de un fuelle" (Página 12); "El acordeón de Barboza y sus búsquedas infinitas" (La Nación); "Acordeón polifónico" (Clarín).
Participación en el READING WOMAD FESTIVAL de Londres, invitado por Peter Gabriel.
La revista francesa Accordeon Magazine le dedica su tapa y en su interior publica el primer "Master Class" sobre chamamé.
Gira Argentina (Agosto-Setiembre): Con significativo éxito se presentó en las ciudades de La Plata, Córdoba, Rosario, Santa Fe y participa de un encuentro de acordeonistas en la ciudad de Paraná, donde fue homenajeado por sus pares.
2000 Se presenta en la apertura del Festival de Cosquín, lo que provoca una fuerte repercusión en la prensa nacional.
Ofrece un ciclo de recitales durante el mes de Febrero, en La Trastienda de Buenos Aires, en los cuales tiene como invitados a Luiz Carlos Borges (Brasil), Ildo Patriarca, Lito Vitale, Chango Spasiuk, Antonio Tarrago Ross.
Durante los meses de Enero, Febrero y principios de Marzo realiza una extensa gira por el interior de nuestro país.
La revista Les Inrockuptibles (prestigiosa publicación europea) le dedica doble página central.
El Ministerio de Cultura y Comunicación de Francia le otorga la orden de "CHEVALIER DE L'ORDRE DES ARTS ET DES LETTRES". ("CABALLERO DE LAS ARTES Y DE LAS LETRAS"), el 25 de mayo de 2.000.
El diario Clarín lo distingue con el Premio Clarín al "Mejor Artista del Año" en el rubro folclore, comentando: "...aporreó su acordeón tracción a sangre con exquisito buen gusto..."
Gira por Holanda.
Compone e interpreta la música de "Yo, sor Alice", film argentino-francés de Alberto Maquard, que se estrena en Argentina.
Gira por Austria, Alemania y Bélgica con Pedro Soler.
Salida del CD "Pájaro Chogui", en Argentina con Juanjo Domínguez.
Gira por Argentina con Juanjo Domínguez.
2001 Festivales en Europa con el cuarteto de Raúl Barboza.
Gira por Canada - EEUU - Womad - Seattle.
Master Class de una semana por distintas escuelas de música de Francia.
Gira Argentina. La Trastienda. Grabación en vivo con músicos argentinos.
2002 Conciertos en L'Olimpic de París con su cuarteto.
Filmación en Oberá- Misiones para la TV francesa.
Actuaciones en Francia, Quebec, Canadá, Italia.
Participación especial FETE DE LA MUSIQUE en el Senado y Jardín de Luxemburgo, de París.
Gira argentina. Presentación en el Teatro Ateneo. Grabación en Bs.As. del CD "Confidencial", de próxima aparición en Francia.
2003 Conciertos en el interior de Francia, Bretagna, Toulon, Bordeaux.
Gira con Pedro Soler por Austria, Viena, Munich.
Gira por Japón.
Festivales de verano en Francia con su cuarteto.
Gira por Italia.
Concierto en vivo para FRANCE MUSIQUE de radio Francia.
Gira por Africa y Cuba.
Presentación del CD "Cherogape" en Argentina, conjuntamente con el estreno del film "El sentimiento de abrazar" de Silvia Di Florio, sobre la vida y obra de Raúl Barboza.
2004 Gira por Africa.
Gira Argentina
Conciertos en París e interior de Francia.
2005 Convocado al premio Charles Cross, que se otorga en Francia.
Ciclo de presentaciones en Argentina, con artistas invitados como Walter Ríos, Daniel Maza, etc.
Gira por Alemania, Bélgica.
Compone 3 temas de una suite chamamecera en contra de la desforestación en el mundo.
Estrenó en Argentina, durante los meses de Noviembre y Diciembre, parte de su repertorio sinfónico, con arreglos de los maestros Bragatto y Alejandro Ruiz. Dicho repertorio fue estrenado con motivo de la reinauguración del Teatro Vera de Corrientes, con la Orquesta Sinfónica de Corrientes, bajo la dirección del maestro Héctor Ruiz; luego en el Teatro Municipal de Paraná junto a la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos (bajo la dirección del maestro Reinaldo Zemba) y posteriormente en la ciudad de Buenos Aires, con la Orquesta Juan de Dios Filiberto (bajo dirección del maestro Néstor Marconi).
Fue homenajeado en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de la Nación, donde ofreció un concierto colmando las instalaciones del mismo.
2006 Ciclo de 6 conciertos en la ciudad de Buenos Aires durante los meses de Enero y Febrero.
Concierto en Asunción del Paraguay.
Presentación multitudinaria en El Dorrego, en el marco del VII Festival Internacional de Tango, teniendo como artista invitado a Adrián Iaies.
Ofreció un total de 25 presentaciones por el interior del país, entre los meses de Enero y Marzo.
2007 Enero: Presentación en el Festival Internacional de Chamamé del MERCOSUR, Corrientes.

Febrero: Ciclo de actuaciones en Notorious, presentando su CD "Confidencial" (editado por el sello MDR), en la ciudad de Buenos Aires.

Marzo: Gira europea junto al acordeonista brasileño Renato Borghetti

Agosto: Presentación en Buenos Aires en el Teatro IFT.

2008 Enero/Febrero: Presentaciones en Festival de Cosquín (Córdoba), Festival Nacional del Chamamé (Corrientes) y diversas ciudades del interior de Argentina.

Marzo/Abril: Gira por Argentina y Brasil junto a Alter Quintet en: Porto Alegre (Brasil); Buenos Aires, Rosario, Paraná, Corrientes, Santa Fe ciudad, Mar del Plata, Necochea, Casilda, Azul, Rafaela, Gral. Lamadrid.

Setiembre/Octubre/Noviembre: Nuevamente gira por Brasil y Argentina.

Recibió el premio ATAHUALPA a la Figura del Año en el rubro Artista Instrumental.
Fuente web de Raul Barboza