miércoles, 23 de febrero de 2011

Alcira Canda

Alcira Canda en Homenaje a A. Boero en el Café Homero
 Alcira Canda en Homenaje a A. Boero en el Café Homero

Alcira Canda Con Las Tangueras-1998
Alcira Canda: Nací un 28 de abril en Buenos Aires, en medio de un agitado barrio de San Telmo donde la mezcla de la biblia y el calefón se vivía como algo cotidiano. Fui acunada con las voces de Goyeneche, Alba Solís y Virginia Luque, será por eso que amo tanto al tango    
              
Desde pequeña, transité por la música y el teatro en forma vocacional. Siempre supe que cantar y actuar me inyectaban vida, me energizaban, me permitían generar un puente de comunicación para dar y recibir.      
              
Tuve varias vocaciones: las finanzas, el turismo, la pintura, pero mi vida siempre giró alrededor de dos grandes cosas: el canto y la actuación.     
                    
Ya más grande, estudié con Alejandra Boero. La Boero es mi guía, mi maestra de vida.
La historia tanguera de la cantante Alcira Canda fue un
 recorrido a través de los estándares del género, con su nuevo disco, “Laberintos”, pensó que podía mostrar algo diferente. Y a eso se animó aunque, a pesar de un par de licencias estéticas que se tomó, el público seguirá escuchando a la Canda de siempre.Fuente web de Alcira Canda

Entrevista en el Diario La Nacion el 18 de agosto de 2005 por Mauro Apicella; sobre el lanzamiento de "Laberinto"¿Es necesario buscar alternativas para el repertorio tradicional? “Es una búsqueda personal”- dice Alcira, con su disco recién publicado. “Quise buscar otros estilos para incorporarlos pero sin salir de la línea del tango. La versión en francés de “Madame Ivonne “ fue porque me pareció que ese tema era el que más se adecuaba al idioma y a la historia. Y lo flamenco (que se escucha en “ Mano a mano”  y ”Martirio”) porque a mí me importan muchísimo los jóvenes. Creo que la juventud es el futuro de un pueblo. Y nosotros, los que somos más grandes, podemos incorporar cosas que los acerquen aunque sea auditivamente a lo que ellos están acostumbrados a escuchar.
Canda comenzó con el teatro en los ochenta, en el taller de Alejandra Boero, pero a mediados de los noventa se puso la camiseta del tango. Desde entonces recorrió varias veces el circuito de locales del rubro con sus espectáculos y publicó los discos “Contenidos” y “Tangos al toque” y ahora, “Laberintos”, donde se abre un poco de su esquema habitual.
Pero más que una búsqueda estética personal pareciera que Canda se refiere a una función social que le toca. “Bueno... Me considero una persona que tiene un montón de cosas que le pasan adentro. No me quedo con la cosa egoísta de lo que me importaría solamente a mi, sino que también uno tiene una función social en la vida para dejar una enseñanza o testimonio”.
Canda vuelve al disco y asegura que la explicación del título la encuentra en esa función de responsabilidad ante la juventud, más que por la idea de haberse sentido en algún momento, desorientada: “Para mí, este disco fue un laberinto en el buen sentido. Puede significar “encierro”, pero en este caso es por el juego. Y por supuesto que encontré la salida. El arte no tiene límites, y si uno se atreve a hacer algún tipo de transformación con el cuidado que se merece,  es interesante para ver como se evoluciona.”