Alfredo Gobbi en 1957
La orquesta de Alfredo Gobbi, en setiembre de 1943. De izq. a dere.: Fernando Cabarcos(bajo), Lalo Benítez (piano), Pablito Lozano y Walter Cabral (cantores); y Alfredo Gobbi bandoneones:Roscini.Ponzoni, Núñez y otro fueye no identificado; violines: Julián Ortiz, Emilio González y Singla.
Alfredo Gobbi en 1956
Alfredo Gobbi dirigiendo su orquesta en la confitería Patio de Tango, en 1963. El cantor es Alberto Hidalgo, entonces rebautizado por Gobbi, Roberto Ariel. Entre los músicos: Mario Demarco, Alberto Garralda y Aquiles Aguilar.
Alfredo Gobbi en la Confitería Richmond (1957).
Alfredo Gobbi con los cantores de su orquesta en 1949: a la derecha, Ángel Díaz; a la izquierda, Jorge Maciel.
GOBBI, Alfredo Julio Floro, Músico. Violinista. Pianista. Director. Compositor. Arreglador.
1. Personalidad. Creador y cultor de un estilo de fundamental trascendencia entre las mayores expresiones instrumentales de su género, cuya concepción y promoción compartió originariamente con Osvaldo Pugliese, Elvino Vardaro y Aníbal Troilo, a quienes lo unió en lo sustancial una idéntica manera de sentir y de expresar el tango. Fue una especie de místico porteño. Y bajo esa suerte de perspectiva religiosa con que vivió la ciudad y cruzó su noche, su música, en la muy rica diversidad de facetas que concurrieron a perfilarla, cobró la peculiaridad que la hizo inconfundible. Invariablemente, concebía sus arreglos orquestales en el piano —del cual fue ejecutante de rara calidad expresiva—, influido estéticamente desde sus comienzos por la personalidad de Julio De Caro. Ésta, en muchos aspectos de la interpretación, y la de Carlos Di Sarli en la presencia "milonguera" de la marcación rítmica, fueron dimensiones capitales de su labor de intérprete plasmada sobre esa base con toda originalidad en realizaciones como las que alcanzó con Puro apronte, El africano, Pelele, Nueve puntos, El incendio, Si sos brujo, Qué noche, Chuzas y de sus propios tangos Orlando Goñi, El andariego, Camandulaje, Redención, melódica, armónica, contrapuntística y rítmicamente asociados éstos a su modalidad de arreglador y de director. En sus versiones orquestales alcanzó igual relieve su tarea violinística, también de raíces "decareanas", tanto en su sentido eminentemente conductor —cuando su orquesta íntegra cobraba el sabor, la sonoridad y se ordenaba bajo el fraseo de su violín— como en sus solos. Ejecutante de invariable buen gusto, profundamente emotivo y con el arco "lleno de tango", dejó pasajes solistas de auténtica maestría, como los que realizó en Si sos brujo, Pelele, Entrador y Orlando Goñi. Músicos de muy destacada actuación se formaron con él y sintieron la gravitación de su estilo: Mario Demarco, Raúl Garello, César Zagnoli y Osvaldo Piro, entre ellos.
2. Vida. Nació en París el 14 de mayo de 1912, encontrándose sus padres Alfredo Gobbi y Flora Rodríguez en Europa, enviados por la casa Gath y Chaves para la grabación de discos populares juntamente con Ángel Villoldo, quien fue su padrino. Llegó a Buenos Aires a los seis meses de edad. Su niñez transcurrió en el barrio de Villa Ortúzar. Inició los estudios de música a los seis años bajo la orientación de su hermanastra mayor, cursando luego violín con el maestro Natalio Carnini. A escondidas de su padre vendía naranjas por la calle para costearse el boleto de tranvía y la entrada al Select Lavalle, donde tocaba el sexteto de Julio De Caro, su gran pasión artística desde la primera hora. Actuó luego en tríos y cuartetos para amenizar bailes de patio, debutando formalmente en el tango como violinista de la orquesta del pianista Luis Casanova en el salón del centro Italia Unita. A los catorce años integró la orquesta del Teatro Nuevo, dirigida por Antonio Lozzi, mientras cursaba estudios superiores de violín. En 1927 for-mó parte del conjunto de Juan Maglio durante la actuación de éste en el Pabellón de las Rosas, desempeñándose posterior y sucesivamente, en los de Carlos Trigall, Roberto Firpo, Manuel Buzón, Anselmo Aieta y Mario Pardo, recibiendo su espaldarazo como profesional en el sexteto Vardaro-Pugliese en el cine Metropol, juntamente con Aníbal Troilo, a quien se confió entonces el segundo bandoneón de esa agrupación. Los directores Alberto y Osvaldo Pugliese, Joaquín Do Reyes, Pedro Laurenz, Nicolás Vaccaro, Armando Baliotti y Pintín Castellanos—éste en Montevideo— contaron con su aporte de ejecutante y de arreglador, alternando con diversas y fugaces tentativas como director. La definitiva entre éstas fue la de 1942, cuando fue presentado en la boite Sans Soucí. Comenzó a grabar en 1947, registrando desde entonces con La viruta y La entrerriana, su primer disco hasta 1957, para los sellos Víctor y Orfeo, dieciséis versiones de tango instrumental incorporadas ya a la mejor antología del género; y en un plano de menor interés, numerosas realizaciones de tango cantable con los vocalistas Carlos Heredia, Carlos Almada, Jorge Maciel, Pablo Lozano, Tito Landó, Alfredo del Río, Carlos Yanel, Oscar Ferrari, Ángel Díaz, Héctor Coral y otros. A partir de 1957 su labor como director se hizo discontinua aun-que siempre en el mismo nivel de jerarquía.
Desde entonces alternó esa tarea con actuaciones como solista de piano en algunos locales nocturnos del Once. Además de sus composiciones ya mencionadas, dio a conocer, en idéntico plano valorativo de imaginación musical y original tratamiento armónico, MÍ paloma, Desvelo, Cavilando, Redención, De punta y hacha, Antojos, El último bohemio (dedicado a Pichuco) entre los instrumentales; Cuando llora mi violín. Tu angustia y mi dolor, Un tango para Chaplin, Cuatro novios y Soy el cantor de la orquesta, entre los cantables. Eduardo Rovira le dedicó su tango El engobbiado; Aníbal Troilo otro titulado Milonguero triste y Astor Piazzolla su Retrato de Alfredo Gobbi. Falleció en Buenos Aires el 21 de mayo de 1965.Fuente Horacio Ferrer en El libro del Tango. Editado para la web por El tango y sus invitados