miércoles, 24 de noviembre de 2010

Cuarteto Troilo-Grela

El cuarteto Troilo-Grela en 1953, en Radio Belgrano. Cacho Zaldívar y Kicho Díaz con los directores.El cuarteto Troilo-Grela en 1953, en Radio Belgrano. Cacho Zaldívar y Kicho Díaz con los directores

CUARTETO TROILO-GRELA. Formado en 1952, durante las representaciones del sainete lírico El Patio de la Morocha, cuando Aníbal Troilo, autor musical de éste, requirió el concurso de Roberto Grela para dar marco a sus ejecuciones en escena. Cristalizó de tal suerte una inquietud que ambos músicos habían sentido veinte años atrás de esa ocasión, sin posibilidades de realización entonces. Al bandoneón y a la guitarra agregaron, como instrumento de fondo y de ritmo, el contrabajo, originalmente confiado a Kicho Díaz, completando el grupo con el guitarrón de Edmundo P. Zaldívar (hijo). Su primera interpretación fue la del tango La cachila, de Eduardo Arolas —legendaria silueta porteña la de éste, que Pichuco encarnaba en la referida pieza teatral— la cual, juntamente con el vals de Anselmo Aieta, Palomita Blanca, compusieron el repertorio de su primer disco lanzado por la empresa T.K., en 1953. Cultivó un estilo de corte íntimo, preciosista en el fraseo, sencillo y sentido en su armonización y rico en solos de sus primeras figuras, que rescatando el espíritu del tango con sabor de patios fue, a la vez, precursor de toda la pléyade de agrupaciones de instrumentación reducida que surgió en los años siguientes. Alternaron luego en su integración el contrabajista Eugenio Pro, el guitarrón de Ernesto Báez y, en ocasiones, reforzando el elenco, la guitarra de Domingo Laine. Si bien para actuaciones públicas en radio, en teatros y en televisión incluyó la participación de algunos vocalistas de la orquesta de Troilo o compartió sus versiones con el solista Edmundo Rivero, por Radio Municipal, todos sus registros fonográficos fueron de carácter instrumental. Sobre el pucho, a Pedro Maffia, A la Guardia Nueva, Taconeando, El abrojito (para los discos T.K.) y Madame Ivonne, La Maleva, Maipo e Ivette (para Victor) se contaron entre sus realizaciones más hermosas y representativas: ¡una barbaridad! Fuente Horacio Ferrer