miércoles, 1 de junio de 2011

Paquita Rico

Paquita Rico
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Paquita Rico
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Paquita Rico
Paquita Rico

Paquita Rico, es sin lugar a dudas, el rostro mas bello y perfecto que ha dado el cine y la copla andaluza. Francisca Rico Martínez, nace en el sevillanísimo y popular barrio de Triana, en la calle Pelay Correa el día 13 de octubre de 1929, posteriormente pasa a vivir a calle fabié también de Triana, -su padre trabajaba en el negocio del pescado, en la cercana Lonja del Barranco-, Paquita Rico ha llegado a ser una destacadísima cancionista folklórica y una genial actriz con grandes y notables posibilidades dramáticas. Desde muy Pequeña se extasiaba oyendo escuchar a Pastora Imperio, Estrellita Castro o Imperio Argentina, y a los diez años –y siempre acompañada de su madre-, iba recorriendo los pueblos andaluces, en sencillas compañías de variedades, cobrando 5 duros por sus actuaciones. Después asistió a la academia que la popular Adelita Domingo poseía en el trasescenario del Teatro San Fernando de Sevilla, destacando rápidamente como bailarina y cancionista folklórica, ingresando en el Ballet español del Marqués de Montemar, donde actuaban
también otras dos sevillanas que, con el tiempo, llegarían a ser figura de nuestro folklore; la actriz y cantante Carmen Sevilla y la bailaora Ana Esmeralda. Paquita Rico, zalamera y luchadora, católica y rociera gran devota de La Esperanza de Triana; con su exquisitez habitual; cantando con buen gusto y delicadeza; ansiosa de ser feliz, que tiene miedo a la soledad y a la muerte, porque la vio muy de cerca, es una mujer que supo rehacer su vida de forma alegre, aunque siempre le salga a flote su pasado triste. Casada con el torero Juan Ordóñez, popularmente conocido por Juan de la Palma, al que ella adoraba inmensamente, ya que fue su grande, su profundo amor, y que murió por su propia voluntad, según escribió el periodista Antonio D. Olano; vuelve a contraer matrimonio con el comerciante canario Guillermo Arocha, reanudando su vida sentimental y artística, porque el ángel de Paquita Rico está en su alegre y original sonrisa, en su elegante estilo y en su especial dramatismo en la canción. Nunca ha huido Paquita de la canción andaluza, de la canción de su tierra, por eso afirma con espontaneidad y gracia “¡Bendito sea Dios, que me hizo en Sevilla y me mandó cantar”. Amiga incondicional del actor Vicente Parra, con el que rodó ¿Dónde vas Alfonso XII?, sin lugar a dudas en esta película, demuestra sus inmensas cualidades interpretativas. En el cine, Paquita Rico realizó una película junto a Jorge Mistral y Adolfo Marsillach; alcanzando notable éxito con Debla, la Virgen Gitana, con la que obtuvo el premio a la mejor interpretación en el Festival cinematográfico de Cannes, sirviéndole esta película como trampolín de arranque para el éxito y la fortuna. La propia actriz le contaba en 1974 al periodista Antonio D. Olano su triunfo en la película: “Con Debla, la Virgen Gitana, me llevé el gran premio de la interpretación en Cannes. Ahí esta el trofeo para quien quiera verlo... Y casi me da rubor hablar del triunfo, porque competía nada menos que con Bette Davis, con Eva al desnudo. Y acudí allí como un chiquilla que empezaba. Y allí, por el triunfo, me surgió el contrato con Cesáreo González. Recuerdo que por esa película me pagaron 30.000 pesetas... y Cesáreo mi hizo un contrato de dos millones de pesetas. Y el recibimiento que me hizo en Barcelona durante la escala del avión que me traía a Madrid fue apoteósico. Yo lloraba, me desmayé... Hoy me pellizcan y me creo que todavía que es mentira... Muchos españoles se negaron a asistir al estreno de la película en Cannes, porque creian que íbamos a hacer el ridículo. Cuando vieron que yo salía al escenario a recoger el gran premio, se sumaron al carro del triunfo, y todo eran vivas a España...”. De nuevo alcanza Paquita gran popularidad con la película Curra Veleta, en donde cantaba una serie de canciones de Ochaita, Valerio y Solano, que se hicieron muy populares, como las Chuflillas del ti-qui-ti, con acompañamiento a la guitarra de Rogelio Reguera y los pianos del maestro Juan Solano y Luis Posadas, que nos recuerdan esos aires tan andaluces y salineros que posteriormente hacia Felipe Campuzano. La gracia andaluza le rebosaba a Paquita Rico cantando aquellas alegres bulerías tituladas El anzuelo, con acompañamiento de palillos, demostrando siempre sus dotes de actriz de la canción en los tientos. Si me engañas…¡me muero!.. en donde hace alarde de buena dicción. En 1948, Florián Rey la contrata para protagonizar Brindis a Manolete, llamando la atención or su belleza andaluza y buen arte interpretativo, convirtiéndose en una de las actrices mas cotizadas del cine español; pero, como le ha pasado a otras folklóricas, a Paquita se la encasilló en papeles de gitana –en comedias y sainetes andaluces-, aunque alcanzó notable popularidad en ¡Olé torero!. De Benito Perejo, en 1948, rodando, al siguiente año, una gran película de ambiente andaluz y rociero: Rumbo, de Ramón Torrado, y en 1950, Luna de sangre, de Francisco Rovira Veleta, consagrándose definitivamente, como ya hemos dicho, con aquella notable película: Debla, la Virgen Gitana, también de Ramón Torrado, y que representó a nuestro país en el Festival internacional de cine de Cannes, alcanzando un fuerte y prolongado aplauso al final de la proyección. A raíz de este triunfo es contratada en exclusiva por el productor Cesáreo González. Es la época de esplendor de Paquita, cubierta de joyas y de pieles, al igual que sus compañeras Lola Flores y Carmen Sevilla –Las tres Marías – como Cesáreo solía llamarlas-, consolidándose la trianera como actriz. Sin embargo, Paquita seguiría encasillada en los papeles de gitana y de andaluza, que le dieron fama y dinero, rodando películas como María Morena, La alegre caravana y la moza del cántaro, dirigida por Florián Rey; representando, por estos años, a la cinematografía española en los festivales extranjeros. Así, el miércoles 12 de septiembre de 1951, en el diario sevillano ABC, publicaba una atrayente fotografía con el titulo de Españolas en Venecia,en la aparecían Lola Flores y Paquita Rico, que se encontraban en Venecia “para asistir al Festival Internacional cinematográfico, ensayando sus danzas para no perder sus costumbres”. En 1953 rueda, bajo las ordenes de Daniel Mangrané, El duende de Jerez, y al siguiente años, realiza una nueva versión de Malvaloca, según la obra de los Álvarez Quintero, protagonizando la canción que da título a la película. En 1955, dos nuevas películas: Suspiros de Triana, de nuevo con Ramón Torrado, y Curra Veleta, con las que alcanza nueva popularidad, que se consolidaría con Dos novias para un torero, en 1956, y especialmente, en Lavanderas de Portugal, en 1957, con el director francés Pierre Gaspard-Huit, película en la que Paquita tuvo que olvidarse de su acento andaluz, y representarse en francés. Este mismo año marcha para rodar Prisionera del recuerdo. Pero la carrera cinematográfica de Paquita va a dar un giro de noventa grados tras el éxito obtenido en Lavanderas de Portugal, alcanzando su plenitud artística al interpretar el desgraciado y dramático papel de la reina sevillana Maria de las Mercedes, en la película ¿Dónde Vas Alfonso XII?, junto a su invariable amigo Vicente Parra, que interpreta el papel del monarca español. Aquí se puso de manifiesto de capacidad interpretativa de la trianera, al par que sus dotes de cancionista, dando doble vida a la hija de los Montpensier, en la cinta y en Romance de La Reina Mercedes, de Quintero, León y Quiroga, esa canción tan nacional en donde se autodefine la propia Paquita Rico. Interpretó después otros personajes de tono dramático, que van muy bien con su personalidad, como La viudita naviera, en 1961, “según la obra de José Maria Pemán, en donde Paquita consiguió su mas afortunada interpretación, figurando también en su filmografía Historia de una noche, en 1961; Ventolera, en 1962, interviniendo ese mismo año en la polémica película El balcón de la luna, de Luis Saslavsky, junto a sus compañeras folklóricas Lola Flores y Carmen Sevilla, teniéndose que poner en la cartelera el nombre de las tres en aspa rotativa, para evitar complicaciones entre ellas, aunque la propia Paquita comentó al destacado periodista Antonio D. Olano que “eso sólo pertenece a los rumores y a una escena de la película. No hubo un mal modo, ni un rencor entre nosotras. Yo estaba pasando una de las épocas difíciles de mi vida. No me veía mucho con ellas porque tenía que salir de rodaje corriendo para ocuparme de cosas importantes…Carmen acababa de dar a luz a Augustito…Lola tenía sus hijos… ¡Nos mondábamos de risa!. Lo pasábamos requetebién. Lo que sucedió es que la productora manejó, para su publicidad, la escena de nuestra pelea dentro de la película”. En 1964 rodó Tierra brutal y Las otoñales, con Mario Girolami. De todas sus películas, según dijo la propia Paquita, conserva buenos recuerdos, porque en todas ellas puso su buena fe, pero, especialmente, de Debla, La Virgen Gitana, y de las lavanderas de Portugal, Guarda gratos recuerdos de los directores Florián Rey y de Ramón Torrado, “al que debo mucho y con el que hice cuatro películas”. Paquita Rico ha paseado su arte, su belleza y sus canciones por toda España, Hispanoamérica, Francia y Portugal, encabezando diversos espectáculos como Pasodoble, Triana. Una estrella para todos, de tipo más revisteril, y ella, cosechando fuertes aplausos y excelentes críticas en el papel de la novia del Drama lorquiano Bodas de sangre, junto a Pepita Serrador y Luis Arcos, dirigidos por José Tamayo, permaneciendo la obra durante ocho meses en el madrileño Teatro de Bellas Artes. Pero lo mas auténtico en Paquita es la canción: “Lo mío, antes que nada, ¡La canción!. Siempre la canción”. Como ella suele decir y desde aquella titulada: Luis I de Baviera, estrenada en el año 1942, hasta El beso o Adiós marinero, que bordaba en El balcón de la luna, pasando por Malvaloca o No se va la paloma. Paquita Rico ha dado vida multitud de creaciones, como coro y reminiscencias del siglo XIX quien no recuerda…. Carmen, la Cigarrera o La niña de los romances, original de García Segura, Arozamena y Montesinos. Otras canciones populares de Paquita son: Que no te cuenten cuentos, de F. Baena; En un barco velero, de Moraleda y Rafael de León; Mala yerba y Tu voz, de Ramón Cabrera; Tu amor verdadero, de Pérez Flores, Ruiz y Abián; Encuentro, de Rafael de León y Juan Solano. Fray escoba, con aires peruanos, de Valentino, Rafael de León y J. Torregrosa; Quiero ser, Tarde Sevillana, Nuestro Ayer, Tus ojos de ole con ole, Al terminar la noche, En la noche de bodas y un largo etc. Paquita triunfó de nuevo en 1988 en el madrileña Teatro Albéniz y multitudes de galas por toda España. Daniel Pineda. Por el Tango y sus invitados