Omar Mollo
Omar Mollo nace el 21 de Setiembre de 1950, en la Ciudad de Pergamino, a unos 200 Km de Buenos Aires, desde los cinco años empezó a tocar la guitarra. “ A los 14 descubrí el rock, pero nunca abandoné el tango, aunque atravesé épocas de "enfado" con la música. Mi problema es que no valoraba mi arte. “El lugar de Omar Mollo como miembro de la banda MAM es, al mismo tiempo, pasado y presente. Fue por alla de 1973, que junto a su hermano Ricardo, Omar integró el proyecto Mente, Alma y Muñeco – el significado original de la sigla–, y esos principios entre existenciales y humanistas son los que el guitarrista señala como ejes del sonido y la esencia de este rock. “Es fundamental reunir condiciones musicales pero también humanas para encender esa luz”, reflexiona Omar.
Desde los cinco años, cuando su mamá le puso una guitarra en las manos, Omar se transformó en una versión masculina y precoz de Soledad: zapateo, baile y canto telúrico lo hacían atracción allá en su Pergamino natal. A los seis ya lideraba un
grupo (Los romanceros de Achalay) y amigos de la familia lo llevaban de pueblo en pueblo. Ni el incendio que terminó con la zapatería de los Mollo, obligándolos a radicarse en Buenos Aires, pudo con una vocación que terminó coronándolo paladín del folclore en audiciones radiales y televisivas, planeando luego un grupo tropical, yendo con Ricardo a cantar a Grandes Valores del Tango. ¨Mi viejo me vió en la tele y se recopó : Ahora tenés que cantar tangos!. Y yo, de puro contrera, me dejé crecer las chapas y me pasé al rock¨ apura el recuerdo Omar.
A los 14 años, mientras Omar hacía la colimba, Ricardo armó el primer trío de su vida, Marma. Duró lo que tardó en reincorporarse a la vida civil su hermano, a quien siguió en el proyecto que los mantendría unidos por diez años. ¨El loco se había hecho vegetariano, parecía el Gurú Maharishi. Y jodía todo el tiempo con que estábamos compuestos por una Mente, un Alma y un Muñeco: MAM¨. Un concepto eterno porque...¿A quién sino a ellos se les va a ocurrir bautizar a todas sus hijas como MAM?. ( María Azul Mollo y Martina Aldabel Mollo (Ricardo) y Maia Aylem Mollo y Melisa Alejandra Mollo (Omar) )
“El sonido de los 70 era grosso; salía de la mano, de la púa, de la actitud; era una cuestión mística”. A pesar de no haber llegado al disco durante su primera vida, en los 70, MAM –que también tuvo a Diego Arnedo en sus filas– supo ganar status de banda de culto.
"Si no te gusta estudiar vas a venir conmigo a la fábrica...cómo este no vas a salir¨. La periódica advertencia de don Alejandro Pascual Mollo iba dirigida a Ricardo, su hijo menor y tenía como sujeto a su primogénito Omar, la oveja descarriada de la familia. Y es que antes que aprender a sumar o a dividir, el niño Ricardo quería tocar la guitarra todo el día y que la gente se enamore de sus dedos. En fin, recorrer un camino distinto al de su padre (zapatero) e idéntico al de su hermano (rockero).
"Omar ya tenía sus grupos y cuando se iba yo empezaba a practicar con la guitarra" "No queríamos firmar ningún contrato porque no queríamos que se entrometieran en nuestra visión de la música" "Eramos una mezcla de Focus y Deep Purple: rock sinfónico con guitarras reemplazando a los teclados" Dicen (ellos) que pesar de las ofertas de productores como Jorge Alvarez y Daniel Grinbank, la actitud de MAM era la intransigencia.
¨Una tarde pongo Domingos para la Juventud y los veo a ellos, haciendo un montón de ruido mientras el operador de cámaras los ponía en negativo. Era una cosa demoníaca. Y eran mis vecinos. Yo era un pibito y en lugar de tener los referentes comunes (el bombero, el policía, el dentista) yo los tenía a ellos¨. Así hablaba Ricardo Iorio, luego líder de V8, Hermética y Almafuerte, quien fue testigo de una de las tres o cuatro veces por año que MAM se dignaba a salir de su sala de El Palomar y mostrar lo suyo. Tan impactantes resultaban sus shows que, de a uno en fondo, productores como Oscar López, Jorge Alvarez y Daniel Grinbank se vinieron del centro al oeste para escuchar y luego ofertar propuestas que el cuarteto (los Mollo en guitarras, Juan Rodríguez en batería y Raul Lagos en bajo) desestimaba. El rock and roll elaborado de MAM, antecedente jurásico de Divididos, se quedó entonces fuera del vinilo y dentro de los límites del mito. ¿Hitos?. Una aparición dentro de una maratón de bandas en un ciclo intitulado ¨Cinco horas de rock¨ en el Luna Park llamado Cinco horas de rock (junto a Moris, Nebbia, Porchetto) y el primer y único sho la única presentación de un grupo de rock en el legendario Teatro El Nacional.
¨Habia huelga de coristas y se nos ocurrió alquilarlo. Se mezclaron un montón de rockeros roñosos con tipos re-fifí...Estuvo bárbaro!¨ se ríen los hermanos seis-cuerdas. A fines de los 70 comienzan a delinearse los caminos que recorrerán de ahí en más: mientras Diego Arnedo entra a tocar el bajo, Omar Mollo transforma un fin de semana de vacaciones en Brasil en seis meses de autoexilio. A su regreso, la banda retoma los ensayos y en 1982 se desarma sin pena ni gloria.
Para entonces, descompuesto MAM, Ricardo comenzó a tocar en Sumo y luego de la muerte de Luca Prodan, formó Divididos.
¨Me gustaba mucho el carisma de Luca al frente de Sumo. No era un buen cantante, pero tenía una presencia que aplanaba. Divididos se puede decir que adquirió personalidad en los últimos años...Mi hermano, cuando murió Luca, se hizo Luca: no porque lo quisiera imitar, sino por el peso que tenía encima. A él nunca le gustó ser cantante, siempre le interesó la viola. Soy el principal testigo para decir que a los 17 años tocaba cinco veces más que ahora¨. Omar Mollo se toma con autoridad la licencia para repasar la exitosa trayectoria de su hermano, casi un negativo de la suya. Sobre el escenario, en cambio, dondequiera que toque MAM, sus seis cuerdas se duplican con las de Ricardo, cuarto integrante honorario de este regreso. A la hora del balance, siente que la leyenda de ¨estrella frustrada¨ de Omar no invalida lo que pueda hacer de aquí en más. ¨ Si yo hubiera tenido la suerte de grabar con MAM, hoy no podría llamarse así. Todos los que quisieron volver con el mismo nombre no pudieron. A mi no me conoce nadie, yo tuve la suerte de que no haya pasado nada porque no quisimos. Era un enfermo de los ensayos: iba tres o cuatro horas antes, pasaba la aspiradora, prendía sahumerios. Toda mi vida fue un ensayo. Es hora de que pele algo¨. Lo dice el hermano mayor. El menor, baja la vista y asiente en silencio.
Casi veinte años pasaron y luego de algunas participaciones de Omar Mollo en algún que otro proyecto con su hermano Ricardo en álbumes de compilaciones decidió rearmar MAM. Junto a Omar (guitarra, voz y coros), participaron Catriel Ciavarella (batería) y Sebastián Villegas (bajo).
La identidad de MAM en esta segunda etapa intenta recuperar ese sentimiento místico que Omar había perdido durante los doce años que pasó sin ni siquiera acercarse a una guitarra:
“Me puse en contacto con violas y equipos, y traté de volver a las fuentes, a lo que en aquella época respetábamos. El sonido limpio del amplificador, sin meterle montones de pedales, por ejemplo. Cuanto más limpio, más pega, es más potente. Si ensuciás mucho el sonido, se vuelve embrollado, sintetizado. Es un error estar más preocupado por la marca del equipo que por aprender más acordes, más tonos. Podría lucir como una visión conservadora, pero el mayor de los Mollo prefiere destacar que el problema está en la dificultad de acceder a ese componente místico humano.
"Toqué con mucha gente y diferentes nombres. Con Ricardo habíamos quedado que si no estábamos juntos nada se podría llamar MAM. Hasta que me dijo: Dejate de joder y ponele así. Y así fue", admite Omar que, junto a Sebastián Villegas (bajo), Catriel Ciavarella (batería) y con producción de Ricardo, grabó en 1999, Opción su album debut que lleva el nombre de un viejo tema de los MAM.
"La otra vez Spinetta me preguntó por vos y le dije que habías armado de vuelta MAM", tira Mollo chico. "¿Y qué te dijo?", pregunta el más grande. "Uh, boludo, nos vamos a quedar sin laburo todos".
En marzo de 2004 Diego Ceccato reemplazó a Alejandro Rodríguez en la batería, y luego fue reemplazado por Nicolás Cotton. Con esa formación editaron "Lo ves", su segundo disco, a fines del 2005.
Omar desde hace unos años incursionó en el tango siendo uno de los intérprete masculino que ha conseguido sumar al tango a un público de jóvenes que el tango había perdido. Su carrera tanguera es reconocida por sus pares y al público, realizando continuadas presentaciones, en Buenos Aires, el interior del país y el exterior, conciliando así a los tangueros ortodoxos con los jóvenes Ha compartido escenarios con Adriana Varela, Rubén Juárez, Lito Vitale, Javier Malosetti, Beba Pugluiese, Raul Lavie, Maria Graña, Lidia Borda, Orquesta Color Tango, entre otros. También es un invitado permanente de las grandes bandas del rock Argentino (Los Piojos y Bersuit) a cantar Tango. En Diciembre del 2003 ND Ateneo (Nueva Dirección en la Cultura), edita Omar Mollo Tango, disco que le valió "Premio Gardel a la Música" como mejor Artista de Tango. A Partir de allí realizó varias presentaciones en el teatro ND Ateneo, en las ediciones del Festival Internacional de Tango de Buenos Aires, Festival de Tango de Bariloche, Festival de Tango de la Falda, Festival de Tango y Folklore de Baradero, Cosquin Rock (Siendo un precedente de hacer tango clásicos en un Festival de Rock), Teatros del interior como el Real, Sala Lavarden, Teatro Regio, Torcuato Tasso, Teatro San Martin, La Revuelta. En Septiembre del 2004 realizo una gira por Holanda presentándose en el Aude Kerk y el Panama Theatre, entre otros. En Febrero del 2005 en el 31º Festival de Tango y Folklore se le otorgo el premio "Consagración 2005". Fines de febrero 2005 comienza a grabar su nuevo trabajo bajo la dirección musical de Carlos Buono sexteto y editado por ND Ateneo. Para Mayo del 2005 se presenta en Bélgica, Holanda y España .Omar Mollo es un artista multifacético que no solo canta sino que también toca guitarra y que puede transitar el tango y también el Rock con su banda M.A.M. (Mente Alma Materia) cautivando con su carisma y modo particular de "decir" el tango, con el alma.
Fuente; La cueva del Topo, por el Tango y sus invitados