sábado, 5 de marzo de 2011

Juan Carlos Cobián

Juan Carlos Cobian dirige su orquesta en el Empire en 1943
 Juan Carlos Cobian dirige su orquesta en el Empire en 1943

Juan Carlos Cobian en 1943
 Juan Carlos Cobian en 1943

Juan Carlos Cobian en 1933
 Juan Carlos Cobián en 1933

Juan Carlos Cobian
 Juan Carlos Cobián

Juan Carlos Cobian y Pedro Maffia en 1934
Juan Carlos Cobian y Pedro Maffia en 1934
COBIÁN, Juan Carlos. Músico. Pianista. Director. Compositor. Personalidad capital en la evolución creadora del tango. Figura de la generación de 1910. A diferencia de otros compositores importantes de ésta, como Arolas, Martínez, Bardi, Canaro, que recrearon con toda originalidad el espíritu de los viejos tangos con sabor de frontera urbana y reminiscencias de milonga, de vidalita y de estilo (con los cuales coincidió nada más que en dos páginas: El Motivo y La Catanga), plasmó su obra bajo la influencia más directa de la música europea. En lo formal, la gravitación de la romanza francesa; en lo temperamental, su infalible instinto de la belleza musical; en lo espiritual, la riqueza de su inventiva, fueron características de su estilo de compositor ya en la primer producción de su madurez, dada a conocer entre 1915 y 1923: Mi refugio, Mujer, A pan y agua, Los dopados (luego En mi pasado y más tarde, Los mareados), Mario, (luego Dolor milonguero), Snobismos, Mosca muerta, Almita herida. En labor estilísticamente diversa pero paralela en lo creador, a la de Enrique Delfino, contribuyó en primer lugar a gestar toda una
 tendencia en la cual se rindió culto a un melodismo de primer orden y en la que inscribieron luego sus tangos Francisco y Julio De Caro, Lucio Demare, Eduardo Pereira, el Bebe Calandrelli, Joaquín Mora, Pedro Laurenz, Enrique Villegas, Aníbal Troilo, Antonio Rodio, Alfredo Malerba. En segundo término, a la definitiva configuración de dos variedades de la especie: el tango romanza y el tango cantable, a las que enriqueció —con la siempre afín y comprensiva colaboración poética de Enrique Cadícamo— con Rubí, La casita de mis viejos, Pico de oro, Nieblas del Riachuelo y Nostalgias. En tercer lugar, al refinamiento y a la superación conceptual de los tratamientos armónicos. En cuarto término, como director de su sexteto de 1921-23, al advenimiento y a la consolidación de los estilos interpretativos de corte renovador que encabezaron Osvaldo Fresedo —con quien tuvo marcada afinidad siempre— y especialmente Julio De Caro como paladín indiscutido de esa corriente. Por último como ejecutante a la incorporación del acompañamiento y de los solos de mayor contenido musical, en la tesitura que consagraron Francisco De Caro, Pugliese, Rizzuti y otros. Su labor más interesante y representativacomo pianista —dentro de su época— se encuentra en algunas grabaciones de Fresedo, en las suyas propias y particularmente en su tarea de conducción y de solos en la grabación del tango de Prós pero Cimaglia Añoranza campera (con pasajes de su propia composición A pan y agua) y vertido a disco Electra por su orquesta durante 1924. Nació en la localidad de Pigüé, partido de Saavedra, provincia de Buenos Aires el 31 de marzo de 1896. Vivió su infancia en Bahía Blanca, ciudad en la cual a los siete años de edad inició los estudios musicales en la filial del Conservatorio Williams. Egresó de éste en 1911, radicándose después en Buenos Aires donde comenzó su carrera profesional como pianista de acompañamiento en el cine Las familias de la calle Santa Fe, enplena adolescencia. Pocos meses después —corría ya 1913— hizo sus primeras armas en el tango, integrando en el lugar de Roberto Firpo, el quinteto de Genaro Spósito cuando el "tano" actuaba en los cafetines de Leandro Alem. Dio a conocer por entonces sus primeros tangos: El botija,E! orejano y El motivo (éste, versificado por Pascual Contursi, lo cantaría Gardel como Pobre paica) fue estrenado en el cabaret Montmartre por Arolas, a cuya orquesta pasó a tocar junto con Spósito en 1917.
Integró fugazmente un terceto con Julio Doutry y con Ricardo González, para alternar inmediatamente en calificados conjuntos que compartió junto a Fresedo, Francia, Roccatagliatta, Thompson, Julio De Caro y otros. En 1920 se trasladó a Córdoba para tocar en el bar Victoria con Arturo Bernstein, Tito Roccatagliatta y Ciriaco Ortiz. Ingresó en 1922 al sexteto de Osvaldo Fresedo grabando con él para la casa Victor, en cuyas ceras dejó también las realizaciones de su propia orquesta constituida por Maffia y Petrucelli (bandoneones), Julio De Caro y Agesilao Ferrazano —luego Francia—(violines), Constanzo —después Thompson—(contrabajo) y Astor y Remo Bolognini como refuerzo instrumental para la tarea fonográfica. Las de Piropos y Mujer, dos tangos suyos son interpretaciones bien representativas de su modalidad de entonces. Grabó luego en discos Nacional Electra, L'adivina y otros tangos. En compañía de su amigo Macoco Álzaga Unzué, partió con rumbo a Nueva York, donde residió durante varios años alternando tango y jazz en su actuación profesional. Regresó en 1928, reconstituyendo su conjunto con el violín de Vardaro y la voz de Fiorentino para grabar en Victor, pero en tesitura francamente decepcionante y diez peldaños por debajo de su labor orquestal anterior. Condujo a la sazón también una numerosa agrupación de jazz en el Teatro Avenida, colaborando con elencos revisteriles. Fue pianista del Cuarteto Vocal Buenos Aires —Elizalde, García, Tagliacozzo y Gentile— y del Trío N° 1, con Ciriaco Ortiz y Cayetano Puglisi, ante los micrófonos de Radio El Mundo. En 1936, con los dos músicos citados en carácter de primeros atriles, más el vocalista Antonio Rodríguez Lesende rehizo su orquesta para presentarla en Charleston, la elegante sala de la calle Florida hecha por asi decirlo a la medida de su personalidad y en la cual estrenó Nostalgias, su tango más famoso. Con dicha agrupación ampliada, animó los bailes de carnaval del Teatro Politeama en 1937 hizo solos de piano en LR1; y poco después volvió a ausentarse. Otros cinco años vivió en Norteamérica de donde volvió en 1943 reapareciendo con orquesta y los cantores Balbi y Cardozo, por Radio El Mundo y en los discos Victor, con un estilo entre Fresedo y D'Agostino. Su década postrera, que marcó a la par la declinación de su talento, transcurrió entre adversidades de subsistencia e inconvenientes de salud. Falleció el 10 de diciembre de 1953 en Buenos Aires. A más de las composiciones ya mencionadas, ofreció los tangos Madrigal, Lamento pampeano, La silueta, El único lunar, Letanía, Ladrón, Divagando, Flor de loto, Salomé, Es preciso que te vayas, Muñeca cruel, Shusheta, Reo, Cambio de vida Y Como un sueño.
Por Horacio Ferrer(Se agradece a Horacio Ferrer)
El tango y sus invitados