jueves, 10 de febrero de 2011

Carla Pugliese

Carla Pugliese en Paris en 2007 


Carla Pugliese en Paris en 2007
Se llama Carla Pugliese, es joven, muy mona, y es por sobre todo, la nieta del gran Osvaldo e hija de Beba, con lo que ya tenemos tres generaciones en esto de martillar tangos. Lo de “martillar” era una hermosa y humilde expresión de don Osvaldo, y que refería a un latigazo que con mano zurda pegaba en las notas más graves del teclado del piano duplicando el ritmo marcado por el contrabajo para producir ese sonido de “Yum!!!! ba” que hizo la fama de su orquesta (los signos de admiración son una licencia para graficar la fuerza del primera nota u acorde y la debilidad de la segunda). De ahí lo de martillar. Osvaldo solo en algunos pasajes y no en todos los temas hacia gala de su calidad pianística; a este efecto escuchar (por ejemplo) el minuto final de su estupenda versión de Verano Porteño. Era de esos directores a los que le importaba el producto de la orquesta y no su lucimiento. No sería simpático hacer nombres de famosos directores de la historia tanguera que hicieron lo contrario.
La apuesta de Carla es de riesgo. Su madre, Beba, con conjuntos más grandes o más chicos, ha seguido con fidelidad la línea sonora del
 apellido, sin desviarse siquiera del repertorio. Carla viene con una pretensión que debe ser bienvenida: dirige un quinteto (piano, bandoneón, violín, contrabajo y la novedad de teclados electrónicos en el puesto de la guitarra) y propone un CD con temas (todos) de su autoría; algunos hasta en letra y música. Desde otro enfoque: el apellido sirve de arranque, como tantas veces ha ocurrido en el mundo del espectáculo en general y el de la música en particular, ahora viene lo difícil, pasar el cotejo y edificar su propia idea.
El primer tema, Ostinato, remite más a un Piazzolla de Cité Tango grabado en Europa en 1977 que a su liga familiar. Pero ya en La Vida y la Tempestad puede más la sangre (los Pugliese y los Piazzolla ancestrales son de la misma región de Italia, la Puglia) y suena con toda fuerza la marca Yum-ba del abuelo Osvaldo. El CD es irregular, las letras y las formas de expresarlas son muy vecinas al rock. ¿Será el nuevo tango canción? Hummm.... No están bien desarrollados temas: Coreografía, Ojos Verdes Cerrados, y más dudas surgen en la banda final, Te veo en París, con tres minutos iniciales a puro sintetizador y efectos que se acercan a lo menos logrado del disco. La verdad, en todo caso, vendrá con el tiempo. Fuente ABCTango


Reportaje en el Diario La Nacion a Beba y Carla Pugliese
Nacieron con el apellido Pugliese y, cuando se transformaron en pianistas y tangueras, la asociación con el maestro fue casi inmediata. Beba y Carla son hija y nieta del maestro y continuadoras de una dinastía tanguera. Desde un lugar propio, hacen honor al camino que cultivó dentro del tango el propio don Osvaldo. "Nosotros tenemos un apellido que sólo podemos continuar con ética y trabajo. Nada nos vino de arriba. Por eso nos respetan", sostiene Beba, hija del autor de "La yumba", y una de las pocas mujeres que dirigen su propia orquesta desde los años 70.
Con 29 años, la nieta, Carla Pugliese, tiene su propio grupo de tango contemporáneo, con el que interpreta sus obras con sonoridades eléctricas. Con orgullo dice de su abuelo, el que da suerte, el que tiene una obra memorable: "Inventó el tango junto a otros grandes".
De chicas, Beba y Carla fueron acunadas en un ambiente artístico. No había integrante de la familia Pugliese que no estuviera ligado a la música. "A mi hija Carlita le pasó lo mismo que a mí. Crecimos entre músicos. Mi abuelo tenía un negocio de música y yo iba y le sacaba partituras. Además, en la casa había dos pianos: uno era de mi padre y el otro, de la hermana de mi madre. Yo empecé a tocar jugando. El hacía sus temas en el piano y me decía: «¿Te gusta más así, melodioso, o más rítmico?». Con Carla pasó lo mismo: yo le enseñé a tocar el piano jugando. Después vino lo otro, el estudio y el trabajo serio", dice con orgullo de madre.
"Creo que es bueno haber nacido en una familia de artistas. Sobre todo si querés ser música, porque eso fue algo siempre natural en nosotros -apunta Carla-. El apellido no me pesó. Para los otros chicos era raro, pero yo tocaba el piano de chica y me la pasaba de camarín en camarín. Eso siempre me gustó", cuenta esta joven compositora con un desenfado natural y un look que la acerca más a una chica seguidora del rock.
Para Beba, el crecer con un padre como Osvaldo es una responsabilidad y una suerte de bendición. "Como artista y padre me transmitió valores como la ética y el trabajo que siempre tenemos presentes las dos por ser Pugliese. Pero también es una responsabilidad. Cuando debuté en el 74 con mis arreglos, estaba todo el ambiente del tango. Imaginate: era mujer, pianista y encima la hija de Pugliese. Pero me hice respetar desde el principio, haciendo mi propio camino, y María Carla hace lo mismo", dice la pianista, que acaba de editar el CD "Etapas", que presentará el próximo viernes, a la medianoche, en la confitería La Ideal (Suipacha 384).
Carla se crió de forma parecida a su madre, con una educación y una vocación por el estudio, pero no sintió ese influjo directo de su abuelo por algunos problemas familiares. Eso sí: se puede decir que heredó el carácter determinado y firme de Osvaldo: "Siempre hice la mía. En el ambiente del tango hubo gente que me recibió bien y otros a los que no les gusta lo que hago porque dicen que no hago tangos para bailar", cuenta Carla, que lleva dos discos editados, "Ojos verdes cerrados" y "La vida y la tempestad". La compositora presentará sus creaciones los sábados de julio en El Morocho del Arrabal (Pasaje Carlos Gardel 3157).
Apellido de leyenda
En Beba, los recuerdos de su padre son más frescos. Carla, en cambio, tiene imágenes difusas que de golpe se le presentan como un flash . "Me doy cuenta del cariño y la admiración que suscitaba mi abuelo cuando me encuentro con la gente. En Japón me hacían firmar los discos de él, donde también aparecía su firma. Eso es un gran orgullo para mí", dice la ganadora de un premio Gardel en 2006. "Es una emoción muy fuerte eso de que gente que lo siguió a él también nos siga a nosotras. Hay gente que se pidió las vacaciones para poder seguir toda la gira de la orquesta, y eso es algo muy lindo, que también le pasaba a mi papá", desliza Beba, emocionada.
-¿Recuerdan el momento en que les salió el primer tango?
-Beba : En realidad, fue raro, porque yo no empecé tocando tango. Es más: mi primer tango lo compuse para una obra de teatro. Yo no quería hacer tango por la historia de mi padre y porque me parecía un terreno desconocido desde lo compositivo. Pero hice la prueba y, cuando se lo mostré a mi papá y dijo que estaba bien, seguí adelante.
-Carla : Yo había tenido distintas experiencias, con la música clásica y contemporánea; después pasé por el jazz y hasta estuve en una banda de rock sinfónico. Pero un día hice una melodía en el piano y de golpe me di cuenta de que había compuesto un tango. No lo podía creer, pero ahí noté que eso era lo que quería hacer.
-¿Les siguen pidiendo temas de Osvaldo?
-Carla : Una sola vez, una pareja me pidió para bailar y esa vez accedí. Pero yo toco sólo mis composiciones y, por suerte, a la gente les terminan gustando. A veces vienen a verme muchos fanas de mi abuelo sin saber lo que hago, solamente porque llevo su apellido. Después vienen a saludarme emocionados. Y no es fácil emocionar a un fan de Pugliese.
-Beba : Yo tengo mi propio estilo y hago tangos para bailar, porque la música popular es una danza y soy fanática del baile. Hago mis propios arreglos de temas de mi padre y creaciones mías. Es mi estilo, pero bien Pugliese. Por eso, ahora estoy trabajando en un disco nuevo que se va a llamar "La dinastía del tango", con obras de mi padre, mías y de María Carla para mostrar las distintas generaciones de la familia que hacen tango.
La continuidad del apellido en el tango está asegurada. Eso sí: cada una con su estilo. Carla, fanática del Indio Solari, Tangerine Dream y Arvö Part, elogia a su madre. "Me gusta mucho lo que hace, sobre todo sus temas, aunque yo no soy una gran fanática del tango ni de las orquestas". Beba, en cambio, pronostica: "Carlita está buscando su propio camino y eso me parece que es algo muy de nosotras. No usar el apellido Pugliese, sino hacerle honor trabajando seriamente".
Fuente:Por Gabriel Plaza De la Redacción de LA NACION