jueves, 15 de agosto de 2013

La cumparsita

Gerardo Matos Rodriguez frente a la partitura de La cumparsita aprox. 1930


La cumparsita

LA CUMPARSITA. Tango. Música de Gerardo Matos Rodríguez.
Se le estima aún como el mayor de los éxitos —en plano nacional e internacional —alcanzado por tango alguno. Comparte en primer lugar esa calificación con un reducido conjunto de obras entre las que figuran, también, Adiós muchachos, A media luz, El choclo y Nostalgias.
Fue compuesto en 1917 en Montevideo cuando su compositor hijo de un conocido "cabaretier" de la época, "Papá" Matos, cursaba arquitectura y alternaba en la Federación de Estudiantes Universitarios en cuyo local ejecutó esta obra por vez primera.

Su primera versión orquestal estuvo a cargo de la agrupación de Roberto Firpo cuando éste actuaba en las veladas del café La Giralda de la capital uruguaya.
La primera versión orquestal llevada al disco correspondió al conjunto dirigido por Alberto Alonso y Minoto Di Cico, quienes la registraron en 1917 para la casa Víctor de Buenos Aires.
Originalmente editada por Breyer Hnos., el gran suceso de esta pieza sólo asomó con los años, afirmado, cuando —durante 1927— Pascual Contursi versificó sus frases musicales en colaboración con Enrique Maroni dándole un segundo título: Si supieras.
Matos Rodríguez entendió que dichos letrístas habían obrado sin su consentimiento y entabló una larga demanda, resuelta a su favor sólo veinte años después. El propio compositor por lo demás era ya autor de otra letra también muy difundida: "La curnparsa / de miseria sin fin desfila, / en torno de aquel ser enfermo / que pronto ha de morir de pena. . ." aunque su propósito inicial fue que el comediógrafo Víctor Solíño fuera quien escribiera las palabras cantables a su tema musical. Éste aparece estructurado en dos partes con un breve puente o intermedio. Sentidas y concebidas sus partes como música bailable, la primera ofrece la peculiaridad de tener un compás de menos de los que la ortodoxia de la canción popular corriente establece; es por eso que los ejecutantes tienden instintivamente a rellenar ese primer vacío con cuatro acordes que ya se han convertido así, en materia inseparable de la obra. Al margen de esa contribución espontánea, acaso porque es una página que se presta armónicamente a las improvisaciones, La cumparsita ha sido objeto de toda clase de ornatos, producto muchas veces de las ejecuciones "a la parrilla": contracantos, pasajes contrapunteados y variaciones de la más diversa invención. Algunos de estos aditamentos han sido por así decir "institucionalizados"; tal lo que ocurre por ejemplo, con la variación para bandoneones ideada por Luis Moresco alrededor de 1930. Motivo de innumerables versiones fonográficas en todos los estudios grabadores del mundo, han sido incluidos también en numerosas películas. Durante 1947 sirvió de punto de apoyo argumental para el filme homónimo realizado en Buenos Aires con Hugo del Carril en papel de protaganista sobre libro de Verbitsky y Villalba Welsh, bajo la dirección de Antonio Momplet.
Del extenso catálogo de interpretaciones puestas en el disco —y a título ilustrativo de su ejecución conforme a estilos muy diversos— pueden consultarse las interpretaciones logradas por Carlos Gardel (disco Odeón), Roberto Firpo y su cuarteto (disco Odeón), Aníbal Troilo y su orquesta típica (disco Víctor), Juan D'Arienzo y su orquesta típica (disco Victor), Primer Cuarteto de Cámara del Tango (disco Mícrofón), Astor Piazzolla y su orquesta de cuerdas (disco Music-Hall) y Aníbal Troílo y Roberto Grela (disco (T.K)
Por Horacio Ferrer
Editado y compaginado por El tango y sus invitados