domingo, 18 de noviembre de 2012

Antonio Bonavena

Orquesta de Antonio Bonavena (el primero del la izquierda)


Antonio Bonavena con integrantes de su tipica(con el bandoneon)


Antonio Bonavena: Entre las orquestas despintadas por el tiempo y los brillos de De Caro y la “guardia nueva”, está sin la menor duda, la del tanito Antonio  Bonavena. (1896/1960)

Como estuve unas cuantas veces en la casa de su sobrino, Oscar Bonavena, y anduve con él y sus hermanos José y Vicente por Estados Unidos y Alemania en varias ocasiones, con motivo de sus combates, alguna vez surgió el tema del tío bandoneonista y director de orquesta.


Pero los muchachos que manejaban audiciones radiales de tango, lo ignoraron de común. Y lo siguen ignorando. Curiosamente hasta Horacio Ferrer lo ignora en su Enciclopedia.

Yo lo escucho y pienso que puede funcionar perfectamente en cualquier milonga, porque tiene ritmo, fuerza, es prolijo, y está dentro de las características que tenían las orquestas en los años 1930/31, pero con destellos propios.Quizás se asemeje más a Lomuto, porque ésas eran las demandas de los bailarines.

En definitiva, me gusta, aún dentro de su sencillo esquema interpretativo.

Antonio Bonavena era un tanito de un pueblito calabrés que llegó en aquellas oleadas inmigratorias al puerto porteño con su familia. Tenía 11 años entonces y llevaba en el alma la querencia por la música del sur de Italia.
Afincada la familia en Boedo, se impregnó tempranamente de nuestra música y a pesar de que ya manejaba con destreza il mandolino, se enamoró rápidamente del bandoneón, porque en los cafés del barrio siempre había
oficiantes anónimos que lo tañían en aquellas noches febriles.

Se dedicó en cuerpo y alma a estudiarlo e incluso terminaría enseñando como maestro. Su digitación es clara, fluida, y estéticamente definida. Comenzó en radio Prieto acompañando a diversos cantores, junto con una o dos guitarras, tocó en orquestas de distintos ritmos, como se llevaba entonces, y a los 30 años, en 1926 llegó a tener su propia orquesta, gracias al tesón y a la dedicación al instrumento de sus afanes.

Llegó a grabar cerca de 100 temas y compuso algunos tangos que tuvieron mucha repercusión, como el hermoso Pájaro ciego (con Lito Bayardo) que Aníbal Troilo -con Fiorentino y Amadeo Mandarino- registró el 28/5/1941. Otros temas como Arlette con Horacio Sanguinetti o Sigan tomando muchachos -del que Julio Martel hizo una creación con Alfredo De Angelis, grabándolo el 6/5/1947-, demuestran su veta de creador.

Por su orquesta pasaron valores como: Federico Scorticati, el Chula Clausi, Octavio Scaglione, Antonio Buglione (Violín y cantor), José Tinelli, Francisco De Lorenzo, Antonio Rodríguez Lesende, Jorge Omar, Joaquín Mauricio Mora, Alberto Cima, Antonio Rodio, Cayetano Puglisi, Oreste Cúfaro o Eduardo Scalise (el que le transcribía la música a Discépolo).

Pero su gran logro fue incorporar al Pibe del Abasto, Roberto Rufino, con sólo 16 años. Un verdadero golazo.    Por José María Otero(Historiador de tango). Fotos de la revista Cantando
Editado y compaginado por El tango y sus invitados.