sábado, 20 de agosto de 2011

Lucio Demare

Lucio Demare con su orquesta en Embassy
Lucio Demare con su orquesta en Embassy


Lucio Demare cuando coodirigia la Orquesta Demare-Vardaro
Lucio Demare cuando coodirigia la Orquesta Demare-Vardaro


Lucio Demare en su Tangueria Malena, atras Ines Galleta Miguens
Lucio Demare en su Tangueria Malena, atras Ines Galleta Miguens


Lucio Demare, Irusta y Fugazot en Cartel Teator Colesun, Barcelona-1933
Lucio Demare, Irusta y Fugazot en Cartel Teator Colesun, Barcelona-1933


Lucio Demare en 1936
Lucio Demare en 1936


Agustin Irusta, Roberto Fugazot y Lucio Demare en 1935
Agustin Irusta, Roberto Fugazot y Lucio Demare en 1935

Lucio Demare. Músico. Pianista. Director. Compositor. Arreglador. La innata facultad para la invención musical y el delicado temperamento creador identificaron, desde el momento mismo de su iniciación artística, la fisonomía de su obra. Involucrado, por razones de íntima afinidad esté-tica con la escuela romántica, nacida con los tangos de Cobián y Delfino, compartió con éstos y con Francisco De Caro, Carlos V. G. Flores, y con Julio De Caro, de Copacabana y con el Agustín Bardi, de Nunca tuvo novio, la línea de páginas arromanzadas de primera clase, ofrecida entre 1915y 1935, período de apogeo de esta variedad formal y anímica del tango. Mañanitas de Montmartre, Musete, Capricho de amor, Rio de oro, Dandy, MÍ musa campera, obra suya compuesta entre 1926 y 1932, caracterizaron con su exaltado lirismo y su riqueza melódica, ese momento inicial de su producción. Posteriormente, en ubicación musical de jerarquía paralela a la de Eduardo Pereyra, Joaquín Mora y Aníbal Troilo—entre otros— dio a conocer Yo era un corazón y toda una serie de páginas cantables con versos de Homero Manzi: Telón, Hermana, Mañana zarpa un barco, Malena, Solamente ella, Tal vez será mi alcohol, que inspiraron, promovieron —y defendieron luego— la selecta dimensión de repertorio, que perfiló al tango del cuarenta.
 Con igual calidad de imaginación y de desarrollo, incursionó en la obra de concepción instrumental con Punto muerto, Cascarita y Sentimiento tanguero. Ejecutante de sonido y de fraseo inconfundible, ha sido un auténtico "diseur" en su piano, modalidad intimista de la que son exactamente representativas sus versiones de Mañana zarpa un barco, La casita de mis viejos, Mi noche triste, Dandy, Mañanitas de Montmartre, grabadas en 1952, para los discos Columbia; y La calle sin sueño, Grisel, Nunca tuvo novio y Divina, entre las vertidas para Discjockey, en 1968. Por igual, sus arreglos instrumentales y vocales, tienen el sello de su fina personalidad de artista, así como los conjuntos que ha dirigido en intepretaciones tan logradas como Florcita (discos Odeón, 1945), Sentimiento tanguero (discos T.K., 1956) y Milonguero viejo (Artfono, 1956), entre las interpretaciones orquestales; No te apures carablanca (con Juan Carlos Miranda), El pescante, En un rincón, Qué solo estoy, Pena de amor (todos con Raúl Berón, discos Odeón, 1943-1944) y Dónde (con Armando Garrido, disco Art-fono, 1956). Nació en Buenos Aires. Hijo del violinista Domingo Demare. Así, como su hermano Lucas (director luego, de trascendente carrera cinematográfica) se consagró al bandoneón, él se dedicó al piano, instrumento cuyas
disciplinas técnicas cursó al cuidado de Vicente Scaramuzza. Integró, en sus comienzos de profesional, la orquesta del banjoista Nicolás Verona. En 1926, Francisco Canaro —-quien actuando en Francia partía con rumbo a Nueva York y deseaba dejar un conjunto a su nombre en París— lo requirió para que integrara éste en el dancing Florida. Después, por iniciativa del propio compositor de La tablada, se asoció a los cantores Agustín Irusta y Roberto Fugazot, formando el celebrado trío Irusta-Fugazot-Demare, que debutó en el Teatro Maravillas de Madrid. Con sus compañeros de conjunto tomó parte en la filmación de algunas películas españolas—
Boliche, entre ellas—, grabando una serie de discos Victor, en Barcelona, entre los que se destacan Capricho de Amor, vertido por su piano y el violín de Sam Reznik, y Mi Musa Campera, registrado por orquesta de su dirección y vocales por Agustín Irusta. Luego de dos largas y exitosas turnés por países de Centro y Sud América, de una segunda temporada europea, regresó definitivamente a Buenos Aires en 1936. Y a la par de su hermano Lucas —cada cual en lo suyo— se incorporó al cine argentino, en el que realizó una labor musical repetidamente laureada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas y por la Municipalidad de Buenos Aires. Alternó esa obra, con la reaparición fugaz del trío en Buenos Aires —que actuó con Canaro en la comedia Mal de Amores— y con algunas nuevas colaboraciones con el compositor de El pollito, cuando tuvo éste dos pianos—el titular era Luis Ricardi— en su orquesta. Pero, en 1938, prefirió formar la propia, uniendo luego su nombre al de Elvino Vardaro, para presentarse ambos por Radio Belgrano, con Alfredo Calabró como primer bandoneón y Juan Carlos Miranda, como vocalista. Desde 1939, ya desvinculado artísticamente de Vardaro, continuó su carrera de director, en pleno ascenso valorativo, grabando, desde La racha y Telón, sesenta y dos versiones para la casa Odeón, con las voces de Miranda, Raúl Berón y Horacio Quintana. Después de 1950, grabó con su orquesta para Columbia, para T.K. y para Art-fono, entonces con las voces de Héctor Alvarado y Armando Garrido. Con su orquesta, apareció en la película Sangre y Acero (1955). En el decenio más reciente, lo capital de su trayectoria está vinculado a una destacada labor de solista—compartida en ocasiones con Ciriaco Ortiz o con Máximo Mori— en clubes nocturnos de Buenos Aires. Y en su propio local, la Tanguería de Lucio, de la calle Cangallo, trasladada —en 1969— a San Telmo, Balcarce y Giuffra ya denominada Malena al Sur. Compuso, también, Cariño gaucho, Brumas, Más allá de mi rencor, Nació el 9/8/1906 en Buenos Aires, donde falleció el 6 de marzo de 1974.
Por Horacio Ferrer
Editado y compaginado por El tango y sus invitados