jueves, 12 de mayo de 2011

Eduardo Armani

Eduardo Armani
Eduardo Armani

Eduardo Armani: un personaje. Un cajetilla de pinta y talento impresionante. Su padre fue cantante lírico del Colón y él anduvo entre pinceles y atriles, porque pudo ser un gran pintor y frecuentó la amistad de Petorutti, Xul Solar o Spilimbergo. Además nació y se crió en Corrientes y Paraná y tuvo de compañeros de correrías infantiles a Juan José Castro y los hermanos Astor, Ennio y Remo Bolognini que serían músicos de alto nivel. Decidido finalmente por esta rama del arte, muy jovencito integró las orquestas del Colón y la primera Sinfónica del país. Como violín solista acompañó a Isadora Duncan en el Ópera y también a la compañía de Madame Rasimi – donde actuaba la venerada Misntiguette -, con el Follies Bergere, Moulin Rouge, y en el Casino de París en los años veinte. También acompañó a Ana Pavlova en el Coliseo y la rusa se lo llevaría a una gira por medio continente. A comienzos del 20 también merodeaba el jazz pero destacó firmemente en el tango. Grababa en la orquesta de la RCA que dirigía Adolfo Carabelli y reforzaba conjuntos como el de Francisco Lomuto o el de Juan Carlos Cobián en el disco. Era muy amigo de Gardel, con quien comía a
veces, y éste lo felicitó por su tango Normiña (Norminha) que había obtenido el 2º premio en un concurso del Grand Splendid y que Eduardo le había dedicado a una muchacha que conquistó en Brasil. Como no tenía letra, Gardel se lo llevó a Antonio Capone, portero del Tabarís, que se la hizo de inmediato y el Morocho la grabó el día de Nochebuena de 1926. A pedido de Canaro, que reclamaba material, compuso como 20 tangos. Fundaría la orquesta Armani-Cóspito (otro que grabó tangos como Don Goyo) y luego tuvo la propia jazz con su cantante Helen Jackson que destacó en los ambientes aristocráticos o bailes cajetillas de los clubes Italiano o Gimnasia y Esgrima, junto a Osvaldo Fresedo su socio en la boite Rendez Vous. Firmó el porro que llegó a Colombia como gran éxito: “Santa Marta, Santa Marta, tiene tren pero no tiene tranvía. / Si no fuera por la zona, caramba, Santa Marta moriría, ay ombe..”. Hizo cine y su orquesta mantuvo un sello de distinción. José Maria Otero en Jazzmen del tango por El tango y sus invitados