miércoles, 4 de febrero de 2009

Argentino Galvan

Argentino Galvan con los Astros del TangoLos Astros del Tango(De izquierda a derecha) Rafael del Bagno, Mario Lalli, Enrique Francini, Julio Ahumada, Jaime Gosis,Elvino Vardaro, Galván y José Luis Bragato.

Argentino Galvan en 1955Argentino Galvan en 1955

Argentino Galvan en 1951Argentino Galvan en 1951

Argentino Galvan con los Cantores Hector Vargas y Carlos Vidal en 1949Argentino Galvan con los Cantores Hector Vargas y Carlos Vidal en 1949


GALVAN, Argentino Liborio. Músico. Violinista. Director, Compositor. Arreglador.
1.Personalidad. Recogiendo los lineamientos precursores trazados por Julio y Francisco De Caro, Alejandro Gutiérrez del Barrio, Julio Perceval, Sebastián Lombardo, Julio Rosemberg y otros desde comienzos de la década del treinta, compartió a la par de Héctor Artola y de Mario Maurano, la primera hornada de arregladores que concedió nuevas dimensiones a los estilos clásicos y a los renovadores, sobre la base de una escritura orquestal que fue su profesión en la música y su pasión en la vida. Desde sus trabajos iniciales en dicha especialidad —de la que fue, en suma, auténtico pionero—, para las orquestas de Miguel Caló, Juan Canaro y Florindo Sassone, en torno de 1935, evidenció un agudo instinto para la concepción instrumental. Extremadamente sobrio en la estructuración de sus trabajos, fue por el contrario, de un preciosismo extremo en el desarrollo de los mismos. Cultivó, por temperamento, una modalidad "cuerdista", de solos breves y variados, generosamente dibujados y con abundante intercalación de pequeños adornos en el acompañamiento o en el claro de la melodía. Mu-chos de los arreglos que él concibió y escribió han perdurado como modelos en su siempre equilibrada amalgama de contenido emotivo, buen gusto artístico, sabor de tango y corrección musical. Son ejemplos, entre sus creaciones, la tarea de escritura que hizo para Troilo con los tangos De todo te olvidas, Buen amigo, Recuerdos de bohemia —ésta sobre la base de un preludio introductivo y un desarrollo de cinco minutos de duración en forma de fantasía—; y especialmente, su serie de cinco selecciones, a manera de "petit-suites", ligando —respectivamente—, mediante introducciones, puentes, transiciones y codas en cada una, tangos de Arolas, de Bardi, de Julio De Caro, de Canaro y de Cobián; para Osvaldo Pugliese: Adiós Bardi y El día de tu ausencia; para el septimino Los Astros del Tango: Mala junta, Flores negras, Nieblas del Riachuelo, Santa milonguita, El buey solo, etc. En distintas ocasiones presentó sus propias orquestas a las que sirvió con su talento de arreglador, motrándose, en cambio, menos feliz como director dentro de una modalidad interpretativa con cierta tendencia a la pesadez de expresión. Aun así, revistieron verdadero interés realizaciones suyas como La Beba, Tango del ángel y Nunca tuvo novio (grabados en disco T.K. estos dos); Ele-gante papirusa (grabado en disco Music-Hall). Intercaló muchas veces en sus agrupaciones timbres de escaso empleo en la instrumentación orquestal del tango; especialmente instrumentinos, guitarra española, y elementos de percusión. Fue compositor de pequeño repertorio, volcado, invariablemente al melodismo en tangos cantables como Cafetín, Por la cuesta arriba, El día de tu ausencia y Esta noche estoy de tangos, y en instrumentales como Para baile solamente y Tango en do.
2. Vida. Nació en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, el 13 de julio de 1913. Fue descubierto por Gobbi en 1931, durante una actuación de éste en ese pueblo. Convencido Gobbi de sus grandes aptitudes, lo persuadió a que se radicara en Buenos Aires. Siguió él ese consejo, comenzando, una vez instalado en la capital, su carrera como violinista, luego como arreglador también, de la orquesta de Florindo Sassone, en 1935, y por Radio Belgrano. Pasó luego al conjunto que Enrique Delfino conducía por Radio Splendid, continuando como director acom-pañante de Roberto Maida, en el dancing Ocean. A partir de 1937 se erigió en figura independiente —simultáneamente con sus trabajos para Miguel Caló, Juan Canaro y otros conjuntos— presentándose en Mar del Plata primero, luego en Buenos Aires en los cafés Nacional, Ebro y Tango Bar, en las salas de Palermo Palace y Palacio del Baile y, sucesivamente, en las emisoras Stentor, Belgrano, Splendid y El Mundo. Alternaron en esas formaciones suyas, los pianistas Héctor Stamponi, Jaime Gosis y Carlos Parodi; los violinistas Núñez, Francini, Bes- probán y Nieso, los bandoneonistas Ahumada y Ríos; el flautista Rulio, el oboísta Storani, el guitarrista Máximo Barbieri y los vocalistas Carlos Vidal, Alberto Aguirre, Héctor Vargas y la cancionista Giselle Morán, grabando sus versiones para las casas Music-Hall y T.K. Ésta ofreció, luego de su desaparición, un disco de larga duración titulado Pentagrama Sudamericano, sobre la base de un eclético repertorio de especies populares grabado por su orquesta. A lo largo de su carrera condujo el marco orquestal de numerosos intérpretes vocales, con muchos de los cuales llegó también al disco, como Oscar Alonso, Horacio Deval, Jorge Casal, Virginia Luque, Agustín Irusta, Eduardo Adrián, Raúl Berón, Roberto Quiroga y otros. Y en 1940 compartió la dirección con Elvino Vardaro —y arregló— la Brighton Jazz. Lo capital de su consagración profesional estuvo destinado a la colaboración con los directores más prestigiosos: Aníbal Troilo, José Basso, Osvaldo Pugliese, Francini-Pontier. Escribió también para la editorial Korn y para los conjuntos de música internacional de Eugenio Nóbile y de Efraín Orozco. Le correspondió realizar en 1954 el guión musical para el disco Columbia (dos fases de 78 r.p.m.), denominado Historiando, en el que reprodujo con llamativa ductilidad al-gunas modalidades interpretativas de trascendente ubicación en el proceso creador del tango a través de cincuenta años. Posteriormente, sobre la base de un impecable trabajo de selección musicológica realizado por Luis Adolfo Sierra, arregló las treinta y cuatro ilustraciones sonoras que se insertaron en Historia de la Orquesta Típica (folleto y disco de larga duración presentados por la casa Music-Hall en 1960). Participó también como director y como arreglador en diversos ciclos de música argentina difundidos por Radio del Estado o instrumentando y poniendo música original para la banda de sonido de varias películas argen-tinas, entre ellas: Tres Anclados en París, La Vuelta de Rocha, Los Pérez García, Captura Recomendada. En 1959, le fue confiada la responsabilidad de escribir para un pequeño grupo de cámara sobre la base de distinguidos solistas a fin de abordar un repertorio orgánico de clásicos compositores de tango. De esa labor surgió el septimino (a veces octeto) Los Astros del Tango. Fue, además, un activo propulsor gremial. Contribuyó decisivamente a la gestación y a la fundación de la Sociedad Argentina de Arregladores y de Orquestadores (SADOA), en 1953, entidad de la cual fue primer presidente. Además de las obras ya mencionadas, compuso los tangos orquestales Don Perico y Fierro a fondo, el cantable Me están sobrando las penas, las milongas Milonga con Traje Nuevo y Pa'que Trabaje el Grandote (ésta con especial lucimiento del contrabajo). Falleció en Buenos Aires el 8 de noviembre de 1960. Fuente Horacio Ferrer