domingo, 7 de septiembre de 2008

Edmundo Rivero

Edmundo Rivero en el viejo Almacen en 1978Edmundo Rivero en el viejo Almacen en 1978

Horacio Salgan y Edmundo RiveroHoracio Salgan y Edmundo Rivero

Edmundo Rivero con Anibal TroiloEdmundo Rivero con Aníbal Troilo.


Edmundo Rivero con su madreEdmundo Rivero con su madre

Edmundo Rivero con Anibal Troilo y Aldo CalderonEdmundo Rivero con la orquesta Aníbal Troilo haciendo pareja de voces con Aldo Calderon (ambos de smoking blanco)Con ellos y con Pichuco,Reynaldo Nichele, Alfredo Citro, Roberto Grela, en Tibidabo (1949)


Edmundo Rivero en duo con LuaEdmundo Rivero con Lua en Radio Belgrano


Edmundo Rivero  (primero  a   la  izquierda)  cuando era guitarrista de Celia Louzán. Abril de 1936.Edmundo Rivero (primero a la izquierda) cuando
era guitarrista de Celia Louzán. Abril de 1936.

Edmundo Rivero (primero, de pie a la derecha) en 1931. con Achábal y otros guitarristas.Edmundo Rivero (primero, de pie a la derecha) en
1931. con Achábal y otros guitarristas.

Edmundo Rivero a sus dieciseis años de edad.Edmundo Rivero a sus dieciseis años de edad.

Edmundo Rivero canta en El Viejo AlmacénEdmundo Rivero canta en la noche inaugural de El Viejo Almacén, el 8 de mayo de 1969.


RIVERO, Edmundo. (Nombre de familia: Leonel Edmundo Rivero Duro). Cantor. Músico. Guitarrista. Compositor, Autor. 1. Valoración integral. Por la originalidad de su estilo y de su voz; por la sostenida jerarquía de su carrera; por su ascendente evolución creadora; por su influencia de auténtico maestro y por su extensa obra vocal estimada en conjunto, es el mayor cantante del tango desde su advenimiento y uno de los más trascendentes artistas de la música de Buenos Aires sin distinción de especialidades o de épocas.
2. Ubicación. Por sensibilidad tanto como por el momento de su definitiva consolidación estética y profesional pertenece a la Generación de 1940. Como vocalista de orquesta —durante algo más de una década—, inicialmente; más tarde —en un período cercano a los veinte años— en carácter de solista absoluto, su creciente gravitación alcanzó a los intérpre-tes de su propia hornada y a los de la generación de 1955. Su personalidad vocal—como antes la de Carlos Gardel— señala en la época moderna un hito ordenador de la historia del tango.
3. Semblanza temperamental. Cátulo Castillo le ha hecho una suerte de retrato interior adivinando en él a un personaje del Quijote nacido en la Pampa. Y es así: su filosofía, sencilla y profunda, viene teñida por la sangre castellana de sus antepasados y trasciende al contenido dramatismo de su canto. Hereda por añadidura y en la misma veta espiritual, el carácter criollo de su padre que él ha volcado a las latitudes porteñas del asfalto. Hombre de barrio, culto de todo lo que hace hondamente a su ciudad, su temperamento propone una síntesis acaso ejemplar, del antiguo varón del extramuro y del hombre actual.
4. El músico. Guitarrista de pulida formación —profesional y concertista de su instrumento durante años— se identificó desde los comienzos con las tendencias técnicamente evolucionadas del tango. Su condición de ejecutante está exactamente reflejada en los acompañamientos que él mismo realiza en las versiones de las milongas Amablemente, Biaba y Línea 9 (discos Philips) con depurado sonido y atractiva armonización. Y su adhesión al tango jerarquizado musicalmente, aparece sobreentendidamente explícita en las orquestas que integró—De Caro, Salgan, Troilo—; en el nombre de los directores que han dirigido sus acom-pañamientos —Stamponi, Demarco— y en la clase de los músicos con quienes ha compartido ocasionalmente el cartel: Horacio Salgan y Astor Piazzolla.
5. El estilista. Si en último examen su estilo de cantante es de ascendencia gardeliana, es también el que mayores diferencias ha ofrecido respecto de la fisonomía vocal fundadora de Carlos Gardel. En su formación técnica se combinaron armoniosamente los preceptos del conservatorio y el instinto y las peculiaridades del trovador agreste. Aquéllos le han permitido una prolongada carrera en los escenarios; éstos le defendieron su criollismo; en sus vocalizaciones jamás el saber adquirido y por lo común europeizante del conservatorio logra desvirtuar su frescura, su pura naturaleza de cantor pampeano y porteño. Así las calidades de emisión y de impostación son en su estilo, inseparables de una dicción de genuina estirpe tanguera; atributos todos que propician la exaltación del gran rasgo diferenciador de su indivi-dualidad: la voz grave. Oscura pero no opaca, profunda, pareja, con tersura de violóncello, su voz suscitó una verdadera revolución en los anales de la música de Buenos Aires tradicionalmente cultivada por tenores y por barítonos brillantes. Con su voz debajo transitó por igual los tangos de melodismo romántico —La viajera perdida, Santa Milonguita, Malena, Nostalgias— como los de melodía canyengue —Canchero, El ciruja, Cuando me entres a fallar—, los de dibujo melódico antiguo —El motivo, De vuelta al bulín— como los de moderno desarrollo Fugitiva, Rosendo y la Lujanera (de la suite de ballet El Hombre de la Esquina Rosada). La honda captación del tiempo de tango que va pautando subterráneamente su inconfundible manera de frasear, la sobriedad para la ornamentación de la melodía natural de cada pieza, el matiz que subraya o apaga realizaciones. De modo particular en aquellas que deben citarse para una antología: Sur, El último organito, El buiín de la calle Ayacucho, Tu perro pekinés, Infamia, Amurado, La última curda, Santa Milonguita, Fangal, Mano a mano, Cafetín de Buenos Aires, Sin lágrimas, Martirio, Tu pálido final, entre muchas de muy difícil elección. Este concepto valorativo se extiende a las milongas que ha cantado: Tortazos, Jacinto Chiclana, La Sólita, Apronte y a sus frecuentes incursiones por el cancionero sureño del que es aún —con Néstor Feria— no superado cultor. Dentro de la evolución creadora de su estilo musical ha cobrado relevancia singular en los años más recientes su exquisito y sentido empleo de las medias voces —El bulín de la calle Ayacucho, Santa Milonguita— o la impecable realiza-ción de los pasajes semitonales como en La última curda.
6. El intérprete. De la indisoluble unión entre el estilista musical y el intérprete del texto literario de los tangos, aparece su personalidad integral de artista; en la segunda de esas facetas —que es la que hace al análisis de este párrafo— también introdujo una variante renovadora. Si Gardel consiguió como nadie luego, dar el clima exacto a cada una de las obras que cantó, él ha profundizado en la comprensión de cada figura del verso cantable. Extremando la idea, diríase que expresa sin atentar contra la unidad de la frase, el sentido anímico de cada palabra, de cada signo gramatical: en sus ejecuciones vocales las comas y los puntos se traducen en pausas o en medias pausas, los signos de admiración en énfasis, los puntos suspensivos en imperceptibles diminuendos. Esta inédita forma de tratamiento cantante del tango se convalida idénticamente en la diversidad temática de su repertorio: en el trágico grotesco de Infamia; en la nostálgica acuarela de El último organito; en la densidad dramática de La última curda; también, durante los años más cercanos, en las viñetas casi sainetescas del humor lunfardero, como Línea 9, la Toalla Mojada o Aguja Brava.
7. Influencia. Su advenimiento y su novedosa personalidad artística gravitaron en dos aspectos del tango: el canto y las letras. En cuanto al primero su voz de grave timbradura abrió camino a bajos y a barítonos con tendencia a bajos. En cuanto a lo segundo enderezó hacia los cauces naturales la literatura tanguera; los letristas que hasta su aparición habían sufrido de modo general la influencia descaracterizadora del bolero mexicano sintieron el impacto de su tempe-ramento y de sus posibilidades. Obras como Sur, El último organito, Che bandoneón, de Hornero Manzi; Fangal, Pobre piba y Polos de Hornero Expósito; Cafetín de Buenos Aires, El choclo, de Discepolín; La última curda, de Cátulo Castillo —muchas de ellas escritas para él— ilustran ese reencuentro auspiciado por su presencia.
8. El lunfardo. No resulta extremado afirmar —los hechos, las fechas y las obras refrendan esta idea—que toda la corriente afectiva e intelectual, que ha revalorado la literatura lunfardesca tanto en el plano de la indagación erudita como en el de su recreación estética, ha estado íntimamente asociada a su individualidad de intérprete. Acaso porque ésta se presta como ninguna antes por la voz y por el carácter, a la perfecta expresión del lunfardo, jerga que es sobremanera una forma fonética, un modo prosódico y un conjunto de valores acústicos. Los versos de Celedonio Flores —de quien él ha sido y es el mejor y más afín y comprensivo cultor—; los de Yacaré, Bartolomé Aprile, Iván Diez, Carlos de la Púa o los que él mismo escribe —y musicaliza como muchos de aquéllos—han entrado a delinear por su aporte, una suerte de "cancionero lunfardesco". Y, a la par de las obras, una dimensión interpretativa: la del cantor acompañado por su propia guitarra en modalidad semejante a la de los cantores del folklore o de la proyección folklórica de inspiración campesina. Muestras de esto puede encontrarse en el volumen N° 1 de la serie En Lunfardo, editada por la casa Philips.
9. Biografía. Nació el 8 de junio de 1902, donde Avellaneda linda con Pompeya sobre el Riachuelo; esto es en el paisaje mismo que describe en Sur, Hornero Manzi. Es hijo de Aníbal Rivero—cantor, guitarrero y funcionario del ferrocarril— junto a quien aprendió los funda-mentos de la ejecución guitarrística a la manera criolla, y de Juana Duro. Se crió en Saavedra y creció en Belgrano. Cursó estudios de canto en el Conservatorio Nacional y en compañía de su hermano mayor Aníbal, frecuentó centros gauchescos y tradicionalistas. Se consagró luego a la guitarra; ofreció recitales compartidos con César Bo y prestó acompañamiento a numerosos cantores y a cancionistas; fue músico estable de Radio Cultura; secundó al dúo Ocampo-Flores; tomó parte como guitarrista y como cantor en la grabación de bandas sonoras para varias películas. En febrero de 1937 fue requerido por Julio De Caro; integró la orquesta de éste como vocalista para la animación de los bailes de carnaval que Clemente Lococo organizaba en el Teatro Pueyrredón de Flores. Colaboró luego con la agrupación de José De Caro hasta que la misma quedó bajo la dirección de Emilio Orlando. A partir de entonces y durante cinco años abandonó su profesión de artista y tomó empleo en el Arsenal de Guerra. Recién en 1944 volvió a cantar en público; Horacio Salgan que organizaba a la sazón su conjunto orquestal, lo invitó a formar en esas filas: Sus ojos se cerraron, Trenzas, Soy del 90, La uruguayita Lucía, fueron algunas de las revolucionarias creaciones ofrecidas entonces. Actuó con Salgan los tres años en programas de Radio El Mundo, en locales de Buenos Aires y Mar del Plata. Pero tanto la avanzada concepción musical de la orquesta como su inesperada voz de bajo, resultaron escollos de muy difícil superación: aquella refinada combinación de canto y orquesta no logró —entonces— alcanzar los estudios de grabación. A principios de 1947 fue llamado por Aníbal Troilo para tomar el lugar que Alberto Marino dejaba vacante; debutó con la orquesta de "Pichuco" el 3 de abril de dicho año en la sala del cabaret Tibidabo y poco después en los estudios fonográficos de la Víctor para realizar sus primeras interpretaciones en discos: Yira Yira de Discépolo y El milagro de Expósito y Pontier. De sus tres años junto a Troilo y de la exquisita amalgama de talentos artísticos que esa alianza involucró queda con fuerza de testimonio antológico, un puñado de realizaciones por cierto ejemplares, entre ellas Tu perro pekinés, Yo te bendigo, El último organito, Tu pálido final y desde luego la culminante expresión de Sur. Registró con Troilo veintidós versiones, algunas en dúo con Floreal Ruiz, otras con Aldo Calderón, y en 1950 ya en la plenitud de sus facultades vocales y altamente valorado por colegas y público, comenzó su prolongada era de solista. Debutó como tal en Radio Belgrano con las guitarras de Pagés, Pessoa, Carné, Achával y Milton. Desde entonces y hasta 1953 alternando ese acompañamiento con el de la orquesta conducida y arreglada por Víctor Buchino, grabó discos para la casa Víctor. Luego se vinculó a T.K., empresa en la cual además de su labor personal, tornó a unir su voz con la orquesta de Aníbal Troilo a fin de registrar La última curda y nuevamente, Sur. En 1956 compartiendo el cartel con Salgan dejó dos versiones en Antar Telefunken de Montevideo para proseguir, desde 1957 su carrera fonográfica en Odeón; dos años después iniciaba su larga instancia de grabaciones para Phi- lips. Para esta casa con marcos orquestales conducidos alternadamente por Héctor Stamponi, Mario Demarco o Roberto Pansera, ofreció varios volúmenes fundamentales entre ellos: Edmundo Rivero Canta a Discépolo, Tangos que Hicieron Época, Mano a Mano con Celedonio Flores; tres ediciones seriadas bajo el título genérico En Lunfardo y una placa de larga duración en la que compartió con la orquesta de Horacio Salgan la grabación de los mismos temas que veinte años antes habían sido rechazados por la fonografía. Esta intensa tarea para el disco fue sólo interrumpida por sus actuaciones en el exterior; en 1959 cantó durante ocho meses en España; en 1965 actuó en el Lincoln Center de Nueva York; en 1967 volvió a los Estados Unidos de Norte América —a ciudades de la costa oeste— luego de una turné por países del Pacífico; en 1967-68 viajó a Japón para cantar en Tokio y en otras ciudades, y en 1969 fundó El Viejo Almacén. Es menester añadir a esta relación de su trayectoria la intervención en las películas Al Compás de tu Mentira (en la que interpretó el tango No te engañes corazón) y Pelota de Cuero (en la que cantó el tango homónimo); la participación en el espectáculo Tango en el Odeón, durante 1963; la colaboración con Astor Piazzolla y con el actor Luis Medina Castro para la grabación en disco Polydor —en 1965— de la suite Hombre de la Esquina Rosada y de otroscinco temas con textos de Borges y música de Piazzolla; la presentación en sucesivos festivales realizados en Buenos Aires, en el interior del país y en Montevideo; la realización de recitales en los teatros Payró, Embassy, Lorca, etc. En distintos momentos de esta carrera artística lo han secundado además de los ya mencionados, los guitarristas Grela, Del Pino, David, Barceló, Moran, Laine. Su obra autoral es numerosa. Con la colaboración de los letristas Mario Batistella, Eugenio Majul, Margarita Duran—o con sus propios versos— ha dado a conocer los tangos Para vos, hermano tango; Yo soy ei mismo; Bronca; por qué nos dijimos adiós; Todavía no; Señor capitán; Pal nene; Calle Cabildo; Pobre rico; Las 10 de últimas; Poema número cero; de las milongas Aguja Brava; Línea 9, A Buenos Aires, Biaba, Amablemente, La Toalla Mojada, La Sólita, El Deschave, Coplas del Viejo Almacén, El Chamuyo, Desde la Cana; de la canción sureña Malón de Ausencia y de muchas obras de corte criollo. Falleció el 18 de enero de 1986. Fuente Horacio Ferrer

In English
Rivero, Edmundo. (Family name: Leonel Edmundo Rivero Hard). Cantor. Music. Guitarist. Composer, Author. 1. Poll comprehensive. For the originality of his style and his voice; sustained by the hierarchy of his career, for his creative upward trend, for its influence on real master and his extensive voice work estimated as a whole, is the greatest tango singer since its advent and one of the most important artists of the music of Buenos Aires regardless of specialty or eras.
2. Location. For sensitivity as much as by the time of its final consolidation aesthetic and professional belongs to the generation of 1940. As vocalist orchestra-for something more than a decade, initially; later-at a time close to twenty years-as a soloist all, its increasing gravity reached before the interpreters of their own batch and the Generation 1955. His personality before the vowel-like Carlos Gardel-states in the modern era computer a milestone in the history of tango.
3. A portrait temperamental. Cátulo Castillo has made him a kind of portrait internal guessing it a character of Don Quixote born in Pampa. And so: its philosophy, simple and profound, is tinged by the Castilian blood of their ancestors and transcends the dramatic content of his singing. It inherits and moreover in the same vein spiritual, character Creole his father that he has turned to latitudes porteñas asphalt. Man neighborhood, worship of everything that makes their city deeply, his temperament is proposing a synthesis may copy of the old man of the extra man and current.
4. The musician. Guitarist of polished and professional training-concert of his instrument for years-was identified from the beginning with the trends technically advanced tango. His condition is performing exactly reflected in the accompaniments that conducts himself in the versions of the milongas kind, Biabo and Line 9 (Philips discs) with refined sound and attractive harmonization. And their commitment to tango hierarchical musically, appears sobreentendidamente explicit in the orchestras that joined-De Caro, Salgan, Troilo-in the names of the directors who have directed their accompanying Stamponi-, and Demarco-class musicians with whom we have shared occasional poster: Horacio Salgan and Astor Piazzolla.
5. The stylist. If his last examination style singer is Gardelian descent, who is also the biggest differences has offered over the face of vocal founder Carlos Gardel. In its technical training harmoniously combined the precepts of conservatory and the instincts and characteristics troubadour rough. Those have enabled a long career on stage, they defended their criollismo him in their vocalizations never acquired knowledge and the common europeizante distort the conservatory achieves its freshness, its pure nature of singer pampeano and Buenos Aires. So the qualities issuing and impost are in their style, diction inseparable from a lineage of genuine tango, all attributes that are conducive to the exaltation of big differentiating feature of its individual duality: the voice serious. Dark but not opaque, deep, partner, with smoothness of cello, his voice raised a veritable revolution in the annals of music of Buenos Aires traditionally cultivated by tenors and baritones bright. With his voice below transitó alike tangos of romantic melody-The lost traveler, Santa Milonguita, Malena, Nostalgias-like melody of canyengue-Canchero, The ciruja, When I fail-enter the drawing melodic old-The reason , Back to bulín-like those of modern development fugitives, and Rosendo Lujanera (from the ballet suite The Man of the Pink Corner). The deep capture of a tango beat that goes underground their pautan unmistakable way of phrasing, sobriety for the ornamentation of the natural melody of each piece, which emphasizes nuance or off achievements. So particularly those that should be cited for an anthology: South, the last organ, The buiín the street Ayacucho, Tu pekingese dog, Shame, Amurado, the last Kurdish, Santa Milonguita, Fangal, Mano a mano, Cafetín Buenos Aires , No tears, Martyrdom, Your pale end, among many very difficult choice. This concept value extends to the milongas who has sung: Tortazos, Jacinto Chiclana, La Solita, apronte and its frequent raids in the southern songbook of which is yet-to-Nestor Fair cultor not exceeded. Within the creative evolution of his musical style has gained unique significance in recent years and its exquisite sense of employment averages bulín-The voices of the street Ayacucho, Saint-Milonguita or flawless execution of passages like semitonales The latest Kurdish.
6. The interpreter. From the indissoluble union between the musical stylist and interpreter of literary text of the tangos, his personality appears comprehensive artist in the second of these facets-that is what makes the analysis of this paragraph-also introduced an innovative alternative. If Gardel succeeded as nobody then give the exact weather each of the works he sang, he has deepened understanding of each figure of verse vocalist. Extremism the idea, I would say that without infringing expresses the unity of the sentence, meaning the mind of every word, every sign of grammar: in their vocal performances commas and points translate into pauses or breaks in half, signs of admiration in emphasis, the dots in imperceptible diminuendos. This novel form of treatment of tango singer was validates identically in the thematic diversity of its repertoire: the tragic grotesque of Shame in the nostalgic watercolor of the last organ in the dramatic density of Kurdish The last well over the years Nearby, in the bullets nearly sainetescas of humor lunfardero, Line 9, the wet towels or needle Brava.
7. Influence. Its advent and its new artistic personality gravitation on two aspects of tango: the singing and lyrics. As the first of his voice serious way timbradura opened low and baritones with a tendency to low. Regarding the latter straightened into natural channels literature tango; lyricists that until his appearance in general had suffered the influence of Decharacterization Mexican bolero felt the impact of its tem-ramento and its possibilities. Works such as South, the last organ, Che bandoneon, Hornero Manzi; Fangal, Poor girl and poles Hornero Expósito; Cafetín of Buenos Aires, El choclo, Discepolín; The latest Kurdish, Cátulo Castle-many of them written for him -- Illustrate this reunion sponsored by their presence.
8. The lunfardo. It is extreme-affirm the facts, dates and works endorse this idea-that whole emotional and intellectual power, which has revalued literature lunfardesca both of the inquiry as Scholars in their recreation aesthetics, has been intimately associated with their individuality interpreter. Perhaps because it lends itself as none before by voice and by the character, the perfect expression of lunfardo, jargon that is about a phonetic, a way prosodic and a set of acoustic values. The lyrics by Celedonio Flores-who he was and is the best and most comprehensive cultor-related and those of Yacaré, Bartholomew Aprile, Ivan Diez, Carlos de la Púa or that he himself writes-and musicalized as many of those - Have come to delineate for his contribution, a sort of "lunfardesco songbook." And, along with the works, an interpretative dimension: the singer accompanied by his own guitar mode similar to that of the singers of folk music or the projection folk-inspired peasant. Samples of this can be found in Volume No. 1 of the series in Lunfardo, edited by the Philips home.
9. Biography. Born on June 8, 1902, which adjoins Avellaneda Pompeii on the Riachuelo; this is in the same landscape that describes in South Hornero Manzi. He is the son of Hannibal Rivero-singer, guitar player and official of the rail-with whom he learned the basic guitar performance ments to the way Creole, and Juana Drive. He grew up in Saavedra and grew up in Belgrano. He studied singing at the National Conservatory and in the company of his elder brother Anibal, attended centres gauchescos and traditionalists. It is then devoted to the guitar; gave recitals shared with Cesar Bo and provided accompaniment to many singers and female singers, was a musician of Radio Culture; supported the duo Ocampo-Flores; took part as a guitarist and singer in the recording soundtracks for several movies. In February 1937 he was summoned by Julio De Caro, he joined the orchestra as vocalist for the animation of the carnival balls that Clement Lococo organized at the Teatro Pueyrredón of Flores. Then collaborated with the group of Jose De Caro until it was under the leadership of Emilio Orlando. Since then, for five years and left her career as an artist and took jobs in Arsenal War. Just returned in 1944 to sing in public; Horacio Salgan organized at the time that a whole orchestra, invited him to train in those ranks: His eyes were closed, Braids, I am of 90, The uruguayita Lucia, were among the revolutionary creations offered then. Served with Salgan three years in programmes of Radio El Mundo, a local Buenos Aires and Mar del Plata. But both the advanced design of the orchestra music as his unexpected voice low, very difficult obstacles were overcome: that refined combination of singing and orchestra-then-failed to achieve the recording studios. In early 1947 he was called by Anibal Troilo to take place that Alberto Marino left vacant; debuted with the orchestra "Pichuco" on 3 April this year in the hall and cabaret Tibidabo shortly afterwards in studies of the phonographic Victor to perform their first interpretations discs: Yira Yira of Discépolo and the miracle of Expósito and Pontier. In their three years together with Troilus and the exquisite amalgam of artistic talents that the alliance is involved with force testimony anthology, a handful of achievements by certain individuals, including Your pekingese dog, I bless you, the last organ, Your pale and of course the ultimate expression of South climax. Recorded with Troilo twenty-two versions, some in duet with Floreal Ruiz, others with Aldo Calderon, and since 1950 at the height of his powers vocal and highly valued by colleagues and public, began its long era of soloist. He made his debut as such on Radio Belgrano with the guitarists Pagés, Pessoa, Card, Achával and Milton. From then until 1953 that alternating with the accompaniment of orchestra arranged and conducted by Victor Buchino, recorded discs for home Victor. Then was linked to TK, a company in which besides its work staff, turned to unite their voices with the orchestra of Anibal Troilo to record the last Kurdish and again, South. In 1956 the cartel sharing with Go left two versions Antar Telefunken in Montevideo to continue, since 1957 his career recording for Odeon, two years after launching its long body of recordings for Philips. For this house frames orchestral driven alternately by Hector Stamponi, Mario Roberto Demarco or Pansera, offered several key volumes including: Edmundo Rivero Singing to Discépolo, Tangos epoch-making, hand in hand with Celedonio Flores; three editions serial under the generic title In Lunfardo and a plate of long duration in which he shared with the orchestra Horacio Salgan recording of the same themes that twenty years earlier had been rejected by the phonography. This intense task for the disc was only interrupted by his performances abroad; sang in 1959 for eight months in Spain in 1965 performed at Lincoln Center in New York in 1967 returned to the United States of North-americas to cities the west-coast after a Turner by Pacific countries and in 1967-68 he traveled to Japan to sing in Tokyo and other cities, and in 1969 founded The Old Warehouse. There is a need to add this relationship to the intervention of his career in movies to the beat of your Lie (which interpreted the tango Do not engañes heart) and leather ball (in which he sang tango homonym); participation in the show Tango in the Odeon during 1963; collaboration with Astor Piazzolla and with actor Luis Medina Castro for recording disk-Polydor in 1965 - the suite of Man and the Pink Corner otroscinco issues with texts by Borges and music by Piazzolla ; Filing successive festivals in Buenos Aires, inside the country and in Montevideo; conducting performances in theaters Payró, Embassy, Lorca, etc.. At various times this career has been supported in addition to those already mentioned, the guitarists Grela, Del Pino, David, Barceló, Moran, Laine. His work as author is large. In collaboration with lyricists Mario Batistella, Eugenio Majul, Margarita Duran-or with their own verses-has released the tangos To you, brother tango, I am ei; Bronca; why we said goodbye; yet; Lord captain; Pal nene; Cabildo Street; Poor rich; The last of 10; Poem number zero; of the milongas Needle Brava; Line 9, A Buenos Aires, Biabo, kind, wet towels, La Solita, The Deschave, Coplas Old Warehouse, Chamu, since the Cana; song of the southern Malón of Absence and many works by cutting Creole. He died on January 18, 1986. Source Horacio Ferrer (machine translation)